Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Un viaje hacia las utopías revolucionarias (LXIX): "Es la hora de los hornos y no se ha de ver mas que la luz"

En el mismo describía el escenario mundial, analizando las perspectivas revolucionarias que se abrían en los tres continentes. Asia, África y América Latina -y destacando, especialmente, el sacrificio que realizaba el pueblo vietnamita-.

Señalaba: "En América Latina se lucha con las armas en la mano en Guatemala, Colombia, Venezuela y Bolivia y despuntan los primeros brotes en Brasil… En el marco de esta lucha de alcance continental, las que actualmente se sostienen en forma activa son sólo episodios, pero ya han dado los mártires que figurarán en la historia americana como entregando su cuota de sangre necesaria en esta última etapa de la lucha por la libertad plena del hombre. Allí figurarán los nombres de Turcios Lima, Camilo Torres, Fabricio Ojeda, Lobaton y Luis de la Puente Uceda, figuras principalísimas en los movimientos revolucionarios de Guatemala, Colombia, Venezuela y Perú".

Y cómo en una premonición de lo que sería su propio destino, el Comandante señalaba "…Cada gota de sangre derramada en un territorio bajo cuya bandera no se ha nacido, es experiencia que recoge quién sobrevive para aplicarla luego en la lucha por la liberación de su lugar de origen. Y cada pueblo que se libere, es una fase de la batalla por la liberación del propio pueblo que se ha ganado…"

"Se desarrollara un verdadero internacionalismo proletario…donde la bandera bajo la que se luche sea la causa sagrada de la redención de la humanidad, de tal modo que morir bajo las enseñas de Vietnam, de Venezuela, de Guatemala, de Laos, de Guinea, de Colombia, de Bolivia, de Brasil, para citar sólo los escenarios actuales de la lucha armada, sea igualmente gloriosa y apetecible para un americano, un asiático, un africano y aún un europeo".

Como recogiendo ese mandato de quién él mas admiraba, José María Martínez Tamayo -"Papi", que había dirigido el entrenamiento que recibiéramos en las sierras del Escambray en la Isla de la Libertad en 1962, llegó a Ñancahuazu el 27 de noviembre de 1966, juntamente con el "Coco" Peredo.

Había nacido en el caserío de Guara, en Santa Isabel de Nipe, actual provincia de Holguín. De familia campesina se sumó al Movimiento 26 de Julio, integrando la columna del Che, participando en la "batalla de Santa Clara", en la que los revolucionarios derrotaron el último intento de la Dictadura batistiana.

Su heroico comportamiento determinó que le otorgaran el grado de Capitán del Ejercito Rebelde.

Cayó en combate en las márgenes del río Rosita, el 30 de junio de ese año 1967.

La noticia me sumió en una gran tristeza, y trajo a mi memoria recuerdos imborrables de este verdadero "hombre nuevo", que había tenido el privilegio de conocer.

Algunas anécdotas de la relación con él las he narrado en las notas anteriores.

Alegre, de una fina ironía, no común en los cubanos, irrumpió en una carcajada cuándo llegue al campamento, luego de pasar parte de la noche muerto de frío y de miedo en la posta de guardia a la que me había destinado.

No me avisaron que este se trasladaba, como parte de la instrucción, a otro lugar. El encuentro fortuito con un "guajiro" -campesino- me permitió localizarlos y unirme al contingente.

Su risa resonaba en mis oídos, cuándo agregó "esto, chico, es parte de la preparación necesaria para sobrevivir en el monte".

Al mismo tiempo que nos llenaban de preocupación y de amargura las informaciones, que muy retaceadas y esporádicas, llegaban desde Bolivia, en Argentina, la Dictadura Militar, siguiendo instrucciones del Departamento de Estado sancionaba la ley 17.401 que facultaba al Servicio de Informaciones del Estado -SIDE- a calificar como "comunista" a toda persona que pusiera en peligro la "seguridad nacional".

Los así calificados quedaban inhabilitados para ejercer la docencia y ocupar puestos públicos, al mismo tiempo que, dada su "peligrosidad", podían ser detenidos sin causa, quedando a disposición del Poder Ejecutivo.

Esta norma, de claro contenido macartista, determinó algunas detenciones que exigieron nuestro trabajo como abogado, ya que las causas tramitaban en la Cámara Federal que tenía su asiento en Paraná.

Al mismo tiempo comenzamos a organizar un Tribunal Popular de denuncia de la ley y condena de la misma que funcionaría en nuestra ciudad.

En esos días llegó a casa -la que habíamos ocupado en la calle Villaguay- mi hermana Susana, la que nos puso al tanto del proceso de unidad entre Palabra Obrera y el Frente Indoamericano Popular que lideraba Mario Roberto Santucho y, nos adelantó, que, en los próximos meses, nos visitaría Luis, su compañero, para invitarnos a adherir al Movimiento de Acción Revolucionaria -MAR- que presidían, como figuras independientes, Luis Cerruti Costa y Juan Carlos García Elorrio.

Al mismo tiempo estaba interesada en tomar contacto con el secretario general del Sindicato de la Carne de Gualeguaychú, Escalada, que integraba la oposición a Eleuterio Cardozo, ya que en Rosario se estaba conformando una agrupación opositora en la que participaban, entre otros, dos dirigentes peronistas, Cabrera y Rubeo.

En ese contexto en el, que por una parte se libraban duros combates en Bolivia y, al mismo tiempo, crecían, en el movimiento obrero, las corrientes opositoras al sindicalismo "colaboracionista" que dirigía el Secretario General del poderoso gremio metalúrgico Augusto Timoteo Vandor, se desarrollaba este segundo semestre de aquél año 1967.

Como parte de este movimiento, como ya lo habíamos narrado en nuestra nota anterior, surgió una agrupación opositora en el seno de la Unión Obrera de la Construcción que conformaron los trabajadores del Túnel Subfluvial que se estaba construyendo para unir nuestra ciudad con la vecina Santa Fe.

En una asamblea, los casi 3.000 trabajadores, decidieron desafiliarse del gremio y conformar una nueva organización, independiente de la burocracia y del Estado.

Consultado por Mario Broin, que fungía como Secretario General de este nuevo agrupamiento, decidimos presentar a cada uno de los trabajadores en el Juzgado del Trabajo para notificar al gremio la desafiliación y solicitar que se suspendiera el cobro de la cuota sindical, notificando a la empresa alemana Hochtief, que era la que dirigía la construcción.

Fue realmente una verdadera movilización en Tribunales, con algunos intentos de reprimirla por parte de la Policía de la Provincia. Los escritos los hicimos en copias de mimeógrafo, ya que no existía la informática.

Al mismo tiempo que festejábamos el éxito obtenido y que el burócrata Coria y sus matones eran abucheados por los trabajadores y expulsados del obrador, la Dictadura preparaba la respuesta a tamaña osadía, respaldando al sindicalismo de "negocios", con la complicidad de la patronal.

La detención de Mario, por parte de efectivos de la Policía Federal, acusado de "espía al servicio de la Unión Soviética", intentaba frenar el avance del sindicalismo de Liberación.

Como siguió esta absurda imputación y que pasó en aquellos días en la selva boliviana serán algunos de los temas que abordaremos en nuestra próxima nota.

Manuel Justo Gaggero es abogado, ex Director del Diario "El Mundo" y de las revistas "Nuevo Hombre" y "Diciembre 20".

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar