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El Dengue, los Kirchner y un Sistema que no va más.

La enfermedad del Dengue, producida por la picadura del mosquito "aedes aegyp”, se había erradicado en el país en 1916, tras un primer brote.

7 de abril de 2009

Nuevamente, ha regresado extendiéndose de forma alarmante por el conjunto del país, en lo que los epidemiólogos definen como una situación “critica”

Mientras, el gobierno de los K y sus defensores, tratan de minimizarlo o directamente negarlo. No es más que la muestra del fracaso del modelo K y la necesidad de avanzar en construir una nueva alternativa de izquierda, anticapitalista que dé soluciones de fondo.

Urtubey en Salta y Capitanich en Chaco, fueron los encargados de tapar y minimizar la situación, en sus propias provincias, apretando a médicos y trabajadores de la salud, para que no den información y tratar así de esconder la realidad y su propia responsabilidad.

Es que el gobernador kirchnerista salteño, el mismo que llevo a recorrer Tartagal a Kristina, para que ésta “descubriera” la pobreza estructural, prometiera soluciones y se emocionara falsamente, se encontró nuevamente ante una nueva cachetada de la realidad, que mostró no solo que en Tartagal no hay aún soluciones para los que perdieron todo, sino que ahora una epidemia anunciada oportunamente por la comunidad médica, se hacía realidad, frente a un gobierno más preocupado en salir en las fotos aplaudiendo cuanto discurso oficial se haga, que en buscar soluciones ante la pobreza estructural que “descubrió” la presidenta, y que está lejos de encontrar alguna solución.

Capitanich en tanto, otro acérrimo defensor del kirchnerismo, recorre canales de TV halagando las virtudes del gobierno nacional y su propio gobierno provincial, evitando mencionar que Chaco es una de las provincias más pobres del país y ocultando de paso su pasado menemista. O que su Ministra de Salud no es otra que su mujer, la misma que enojada por no ir en la listas de diputados, arremetió con su 4x4 contra la Casa de Gobierno, salió a apretar a los médicos y hacer responsable a la gente “por no tener más cuidados”, al tiempo que negaba la epidemia y hablaba “sólo de algunos casos bajo control”.

Negando la situación de Sáenz Peña o Charata, la ciudad chaqueña bautizada “La Capital del Dengue”, donde uno de cada tres habitantes está infectado, sobre una población de 30.000 personas, que ni siquiera tienen agua potable.

La mentira tiene patas cortas y el gobierno también…

Pero cuando todo salió a la luz, corrió en su ayuda Kristina y la Ministra de Salud y ex mano derecha de Carrió, Graciela Ocaña, mandando repelentes e insecticidas ¡¡¡vencidos!!!, montando algunas carpas precarias y haciendo declaraciones de que la situación estaba controlada, tratando de explicar lo inexplicable, su inacción y el colapso del sistema de salud.

Pero la situación es bien distinta, mientras el gobierno declara unos 10.000 a 11.000 casos en todo el país, los médicos ya hablan de más de 20.000 y de una epidemia que crece de forma geométrica día a día y que ya se cobró 4 vidas.

Pero la epidemia no es patrimonio solo del norte del país, con el transcurrir de los días va extendiéndose, sumando provincias y ciudades de forma creciente, como Catamarca, Jujuy, Tucumán, la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano Bonaerense y localidades como Mar del Plata o Neuquén,

En la “Ciudad PRO de Macri” y el Conurbano de Scioli, la situación se hace crítica, no sólo por los miles de indigentes, que al igual que en el norte del país viven sin las más elementales obras de infraestructura, como ser cloacas o agua potable, sino que se combina con los grandes basurales a cielo abierto y el tristemente celebre Riachuelo, que ya es un foco de alta contaminación y que ahora se potencia por la llegada del dengue.

El Dengue tiene responsables y es el gobierno de los K

Si bien es cierto que el Dengue es producto de la pobreza, esta enfermedad que fue erradicada hace casi cien años, ahora regresa, como en su momento el cólera.

Y lo hace por la falta de previsión, de agua potable, cloacas y una política de cuidado y prevención de la salud pública.

Queda en evidencia, que ni los gobiernos provinciales ni el nacional de Kristina, han tenido, ni tienen una política de salud, acorde a las necesidades del pueblo trabajador

Muy por el contrario, han ubicado a la Salud Pública como un gasto más, achicando partidas presupuestarias, vaciando hospitales, pagando en negro salarios de hambre a médicos y enfermeras. Tratando de generar una salud para pocos, los pocos que la puedan pagar. Mientras el gobierno acumula millones en su billetera para garantizar los pagos de la deuda externa y su campaña electoral, mediante la compra de voluntades políticas a cambio de cargos y un silencio cómplice.

Hace falta cambiar

El capitalismo en su derrumbe, nos quiere arrastrar a vivir cada vez peor y cuenta para ello con los viejos políticos de siempre y sus partidos, que derraman mentiras y promesas para engañarnos, mientras privilegian los grandes negocios de los capitalistas, que buscan ganancias a cualquier precio, aún el de vidas humanas y la destrucción del medio ambiente.

Desde los Kirchner y sus hijos políticos como Scioli, Urtubey o Capitanich, o los viejos intendentes del gran Buenos Aires, no podemos esperar nada. Tampoco de los falsos opositores Carrió-Stolbizer de la CC y la UCR o los ex menemistas, macristas y K como Solá-De Narváez. Todos ellos son lo viejo, no proponen ninguna salida de fondo y mantienen un silencio cómplice frente a lo que está pasando.

Tampoco los proyectos de centro izquierda, como el de Pino Solanas o Sabatella, tienen propuestas distintas, más que la denuncia. Es que están atados a buscar soluciones dentro de lo que ya fracaso, el kirchnerismo y el modelo capitalista.

Por eso nada podemos esperar de ellos, tenemos que avanzar en organizarnos, en cada pueblo, en cada barrio, para combatir el dengue, junto a los trabajadores de la salud y la comunidad toda, para exigir no sólo que se reconozca la epidemia, sino que se tomen medidas urgentes, como la declaración de la emergencia sanitaria nacional, el inmediato vuelco de partidas presupuestarias para garantizar medicamentos, repelentes y la provisión de agua potable gratuita, en donde no la hay, junto a la instalación de hospitales móviles en las zonas afectadas, para frenar ya! la extensión de la enfermedad.

Estas medidas son las fundamentales, pero junto a esto debemos comenzar a construir una verdadera alternativa de los de abajo, una nueva izquierda anticapitalista, que tome medidas de fondo frente a la crisis, priorizando, no las cuentas de los banqueros y empresarios, si no las del pueblo trabajador.

Porque el Dengue se puede terminar, si en vez de pagar la deuda externa y subsidiar a las privatizadas y a los grandes empresarios, usamos esos recursos para desarrollar un verdadero plan de infraestructura, que garantice viviendas dignas, agua potable y cloacas para toda la población .

Un plan que ponga los mayores recursos del Estado para Salud y Educación, construyendo nuevos hospitales, con más médicos, enfermeras y mejores pagos.

Un plan que haga que la crisis la paguen los que la provocaron, los capitalistas

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