Cuando del dicho al hecho hay mucho trecho

El intendente capitalino maneja un discurso optimista sobre su gestión; mientras trabajo y eficiencia son términos que sobreabundan en su mensaje la realidad de una ciudad contrastante entre el centro y los barrios periféricos nos golpea y duele todos los días.

La basura y falta de higiene en calles y avenidas de nuestra periferia es
alarmante. Citamos como ejemplo dos barrios de la zona norte: Ciudad del Milagro y Castañares cuya decadencia en la conservación de los espacios verdes, la acumulación de basuras en las esquinas, la falta de seguridad por falta de adecuada iluminación y abundancia de yuyarales donde juegan los niños, la ausencia de espacios adecuados de recreación y esparcimiento nos hablan de abandono de la acción municipal de dos lugares que, en un tiempo, se caracterizaron como ejemplo de desarrollo urbano. Los
barrios que los circundan deben agregar a su situación, mucho más grave que la de los lugares mencionados, su latente peligro de ser arrasados por las aguas del Río Vaqueros sin que la provincia realice las obras necesarias para prevenir allí y en la vecina localidad de Vaqueros las inundaciones previsibles en la época estival.

Mientras tanto, el Sr. Intendente ha trasladado sus oficinas al "palacio
municipal". Es de esperar que la proximidad de los escombros y la consiguiente polvareda le haga recordar la necesidad de invertir parte importante del presupuesto municipal en mejorar la calidad de vida de los salteños que habitan un poco mas allá del macro centro.