Desesperación en la Quebrada del Toro: familias aisladas y sin agua tras el alud

En El Gólgota y Maury, los pobladores intentan reconstruir lo poco que les quedó tras el alud. Maquinarias de Vialidad trabaja contrarreloj para despejar la ruta 51. Hoy se permitirá tránsito liviano.

“Se puso el cerro negro, con muchos rayos y fuertes truenos, y luego comenzó a correr un viento endemoniado. Parecía que el infierno bajaba de los cielos”, contó Adriana Cruz, la lugareña del paraje El Gólgota que se salvó de milagro de ser arrastrada por el alud del miércoles que destrozó sus sembradíos, mató a sus animales y dejó maltrecha su humilde vivienda de adobe. Hace dos noches que duerme en la carpa de un camión, que ahora es su hogar. Hace dos días que no come. Está preocupada por sus ovejas y cabras, que se salvaron. A ella poco le interesa. “La vida siempre me golpea feo”, cuenta la mujer. Los parajes de la ruta 51 siguen afectados por el temporal y los cortes, con cuatro grandes socavones.

A metros de su vivienda, un enorme socavón en la ruta 51 debe ser rellenado por maquinaria de Vialidad Nacional, que trabaja las 24 horas sin descanso para permitir la circulación por esta vía internacional que une Salta con Chile. Cerca del puesto de Gendarmería en Maury, otro socavón y toneladas de sedimentos son apartados del camino por la maquinaria pesada. Apenas puede pasar una camioneta 4×4 para llevar ayuda a los lugareños. Adriana, en El Gólgota, o Dina Padilla, en Maury, la pasaron muy mal.

“A mí se me metió el agua por el techo, pero no sufrimos tantas pérdidas. El problema que tenemos es la falta de agua, porque las vertientes se taparon con el barro. Sólo Gendarmería nos brinda agua y una fundación que llegó con bidones. El resto, nada. Por lo menos a mi casa nadie trajo nada”, reclama Padilla.

El miedo de los lugareños es que siga lloviendo mucho. Los deslaves ocurrieron en varios tramos. El torrente del río de montaña, de repente, era un caudal de enorme fuerza, cargado de piedras, troncos y árboles. Toda esta masa endiablada destruyó en varios tramos la ruta nacional 51 entre El Candado, Chorrillos, puente Chifri, Maury, Gólgota y Solá.

Las máquinas trabajan a destajo. Dicen los operarios que este domingo, “si las lluvias lo permiten”, podría quedar terminado el desvío realizado por las vías del ramal ferroviario C-14. Los rieles también quedaron inutilizados. Ese es otro desastre costoso. (tribuno)