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26 de Julio de 1952. Recordamos a la Abanderada de los Humildes nuestra compañera EVITA

No hay nada que sea más fuerte que un pueblo. Lo único que se necesita es decidirlo, a ser justo, libre y soberano. Los procedimientos, hay mil procedimientos eficaces para vencer: con armas o sin armas, de frente o por la espalda, a la luz del día o a la sombra de la noche, con un gesto de rabia o con una sonrisa, llorando o cantando, por los medios legales o por los medios ilícitos que los mismos imperialismos utilizan en contra de los pueblos. Yo me pregunto ¿Que puede hacer un millón de acorazados, un millón de aviones y un millón de bombas atómicas contra un pueblo que decide sabotear a sus amos hasta conseguir la libertad y la justicia???. Frente a la explotación inicua y execrable todo es poco... y cualquier cosa es importante para vencer. (De su libro: Mi Mensaje).

27 de julio de 2007| copenoa |

Evita señalaba al imperialismo. Señalaba a la oligarquía. Señalaba a los vendepatria, a los explotadores, sus guaridas y sus intenciones.

En cientos de discursos y alocuciones radiales dialogaba con el pueblo, con los explotados, con los humildes, con los trabajadores. Los descamisados. Y señalaba también un camino de dignidad, lucha y justicia.

Una mujer que, en tiempos donde las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres, se aboca a la construcción política, a la organización del pueblo, a despejar los velos detrás de los que se ocultaba el enemigo explotador, a impulsar la acción y defensa de los derechos conquistados sobre los privilegiados.

Desde que Perón es liberado por las históricas movilizaciones populares del 17 de octubre, Evita se incorpora a la escena política argentina nacional. Previamente, en 1943, participa en la creación de la Asociación Radial Argentina, primer sindicato de los trabajadores radiales, y en el 44 fue electa presidenta del mismo.

Una mujer, por primera vez, participa de una campaña política. Una mujer que fue parte de las oleadas inmigratorias de los “cabecitas negras” venidos desde el vientre de la Patria. Ahora primera dama. La oligarquía y sus señoronas de beneficencia la odiaban desde su sangre.

Perón asume la presidencia el 25 de mayo de 1946. El primer discurso de Evita, el 25 de julio de 1946 por Radio Nacional del Estado, es dirigido a la mujer argentina.

Evita exigió el reconocimiento de la igualdad de derechos políticos y civiles entre hombres y mujeres. Logró que se anulara del Código Civil la calificación de "hijos adulterinos", "hijos sacrílegos" e "hijos putativos" (que hasta entonces figuraba en el acta de nacimiento) y sentó las bases para que dos años después se estableciese el divorcio vincular. El 23 de septiembre de 1947, ante una multitud convocada por la CGT, presentó la ley que concedía a la mujer el derecho al voto. Desde principios de siglo iniciativas similares venían de fracaso en fracaso por la oposición de las mismas mujeres de la oligarquía, conducidas para esa época por Victoria Ocampo en la Asamblea Nacional de Mujeres, quienes decían que se trataba de una maniobra electoral. La ley de sufragio universal fue aprobada. En el congreso de 1953, 23 diputadas y 6 senadoras nacionales ocuparon sus bancas. Junto a las legisladoras provinciales fueron electas en total 109. En 1949 buscó incrementar la influencia política de las mujeres fundando el Partido Peronista Femenino, con militancia en los barrios, pueblos y sindicatos.

La Sociedad de Beneficencia, espacio tradicional de purificación moral de la oligarquía, fue intervenida por el gobierno peronista el 6 de septiembre de 1946. El junio de 1948 nace desde sus cenizas la Fundación Eva Perón. Desde allí se planteaba a partir del trabajo social y político devolver a cada hombre y mujer lo que les habían arrebatado durante años de sometimiento, suplir las necesidades impostergables de los explotados y vilipendiados, aportando a la conciencia de su destino social. Se encarnó de manera orgánica una política solidarista y asistencial, gigantesca tarea social que llegó prácticamente a todos los niños, ancianos, madres solteras, pertenecientes a los sectores más carenciados de la población: construcción de hospitales, asilos, escuelas, colonias de vacaciones, centros de esparcimiento, repartió juguetes, remedios, ropa, alimentos, organizó campeonatos deportivos. Creó albergues para mujeres pobres del interior del país, para madres solteras y para mujeres desplazadas de sus hogares por la violencia familiar. Sostuvo que el pueblo siente y sabe que está constituido por todos los trabajadores, que lo integran sus mujeres, sus niños y sus ancianos, y aquellos que son solidarios con el pueblo, participes de los grandes dolores y las pequeñas alegrías, son también parte del pueblo. Decía: “El concepto de solidaridad, de la fraternidad, de la igualdad y del amor son inseparables del concepto de PUEBLO¨.

Evita expresaba su acción política principalmente a través del Ministerio de Trabajo, en la obra de Ayuda Social y en la CGT. Una mujer que se decía luchadora, que hablaba con el pueblo, que empujaba a la organización y a la resistencia. Sus enemigos convocaron a los calificativos más peyorativos para denigrarla.
“Si este pueblo me pidiese la vida, se la daría cantando, porque la felicidad de un solo descamisado vale más que toda mi vida…Es necesario que cada uno de los trabajadores argentinos vigile y que no duerma, porque los enemigos trabajan en la sombra de la traición, y a veces se esconden detrás de una sonrisa o de una mano tendida” (Discurso 17 de octubre de 1951). Convocaba a estar alerta, a defender los derechos y dignidad conquistados frente a los embates de la oligarquía agazapada y del imperialismo, de quien decía, “Se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia. Se proclama defensor de la libertad mientras va encadenado a todos los pueblos que de buena o de mala fe tienen que aceptar sus inapelables exigencias”. (Mi Mensaje)

Así, en uno de sus viajes a Europa, compró armas para organizar milicias obreras cuando la oligarquía junto a fracciones del ejército intentaron el primer golpe contra Perón (1951). “La oligarquía que nos exploto miles de años en el mundo tratara siempre de vencernos. Con ellos no nos entenderemos nunca porque lo único que ellos quieren es lo que nosotros no podremos darle jamás: Nuestra Libertad. Todo explotador es enemigo del pueblo. La justicia exige que sea derrotado” (Mi Mensaje).

En vísperas de la posible reelección de Perón, el 22 de agosto de 1951 se produjo el Cabildo Abierto del Justicialismo convocado por la CGT, con cientos de miles de trabajadores y trabajadoras en la esquina de Belgrano y 9 de Julio. Allí los sindicatos pidieron a Evita que aceptara la candidatura a Vicepresidente. En diálogo con la multitud Evita sugería que los cargos no eran importantes y que ella ocupaba un importante lugar de combate desde donde estaba. Las masas le exigieron que aceptara allí mismo, sino convocarían a una huelga general. Unos días después, Evita presenta su renuncia indeclinable a la postulación.

Hasta su fallecimiento el 26 de julio de 1952, Evita continuó expresando la resistencia y la iniciativa contra el enemigo del pueblo: "Si es preciso haremos justicia con nuestras propias manos; porque nosotros no nos vamos a dejar aplastar más por la bota oligárquica y traidora de los vendepatrias que han explotado a la clase trabajadora; porque nosotros no nos vamos a dejar explotar jamás por los que, vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras y entregan al Pueblo de su Patria con la misma tranquilidad con que han vendido el país y sus conciencias. Los vendepatrias de adentro, que se venden por cuatro monedas ésta también, al acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el Pueblo alerta somos invencibles porque somos la Patria misma" (Discurso 1º de Mayo de 1952).

Entre 1946 y 1952 pronunció cientos de discursos. Les habló a las mujeres, a los sindicatos, a los obreros y trabajadores de todas las ramas, disertó ante los obreros y trabajadores de España e Italia, y disertó ante varias delegaciones extranjeras.

En su renunciamiento al cargo de vicepresidenta decía “que la oligarquía, que los mediocres, que los vendepatrias todavía no están derrotados. Desde sus guaridas asquerosas atentan contra el pueblo y contra la libertad”, la multitud contestó: “¡Leña!, ¡leña!, leña!”. Continuaba Evita: “Yo no soy más que una mujer del pueblo argentino. Yo no soy más que una mujer de esta bella patria. ¡Pero descamisada de corazón! Porque el 17 de Octubre formulé mi voto permanente, ante mi propia conciencia: ponerme íntegramente al servicio de los descamisados, que son los humildes y los trabajadores.”

Hay hoy en nuestra Patria un gobierno que levanta la bandera de esta ferviente luchadora y al mismo tiempo pisotea los derechos del pueblo y se ríe en nuestra cara. Gobierno que somete el país al imperio, lamiendo sus botas, acatando sus órdenes, haciendo buena letra. Sentándose en la mesa de sus jefes imperiales, alimentando sus ambiciones, vomitan en la memoria de Evita quien denunciara sus miserias y sus crímenes, quien dijera del imperialismo “se dice defensor de la justicia mientras extiende las garras de su rapiña sobre los bienes de todos los pueblos sometidos a su omnipotencia”. A la vez que se autodefinen gobierno popular, gobiernan para esa oligarquía de la cual Evita advertía que nos cuidemos, que no nos entreguemos nunca a ellos, pues “con ellos no nos entenderemos nunca porque lo único que ellos quieren es lo que nosotros no podremos darle jamás: Nuestra Libertad. Todo explotador es enemigo del pueblo. La justicia exige que sea derrotado (Mi Mensaje).

Recordamos a Evita como ejemplo de entrega, como alguien que señalaba sin descanso a los verdaderos enemigos del Pueblo, alguien que luchaba por la libertad y soberanía de nuestra Patria. Alguien que echaba luz sobre el camino de la liberación de nuestro Pueblo.

26 de Julio de 1953: Asalto a los cuarteles Moncada y Céspedes.
Sellando el camino hacia la Revolución Cubana.

El 26 de Julio del año 1953 señaló el camino y trazó un programa de Liberación Nacional que abriría a Cuba las puertas del Socialismo.

Aquel día, un grupo de jóvenes revolucionarios dirigido por Fidel Castro intentaron la toma coordinada del cuartel "Moncada" en Santiago de Cuba y del cuartel "Carlos Manuel de Céspedes" en Bayamo para doblegar la dictadura de Batista. La toma fue frustrada por el ejército y los revolucionarios fueron presos o masacrados. No se había logrado el objetivo militar inmediato, pero estos hechos marcaron el inicio de la última etapa de la lucha del pueblo por su total liberación que desembocaría el 1° de enero de 1959 en la victoria y toma del poder por parte del Ejército Rebelde y la Revolución Cubana. Como había dicho Fidel a sus compañeros antes del asalto: "podrán vencer o ser vencidos...pero de todas maneras el movimiento triunfará, este gesto servirá de ejemplo para el pueblo de Cuba".

Cuba antes de la Revolución de 1959, era una Cuba de represión y percusión política, de burocracias sindicales, prostíbulo y mafia, del analfabetismo y la monoproducción. Cuba era una factoría de materias primas, exportaba cueros para importar zapatos, exportaba azúcar e importaba caramelos, se exportaba hierro para importar arados. Un país donde sobraban casinos pero faltaban médicos y maestros, donde el problema de la vivienda, la tierra y el desempleo aquejaban al pueblo trabajador.

Sin embargo durante esos años la politización y organización de las masas fue creciendo. Pero a su vez, también fue creciendo la ambición de los yanquis de materializar la definitiva anexión de Cuba. El imperialismo había encontrado su hombre fuerte: Fulgencio Batista, militar de carrera que había liderado las represiones más sangrientas sobre el movimiento popular. Toma el poder por primera vez en 1940 por medio de elecciones no directas. Luego, en connivencia con los yanquis lanza su postulación presidencial del 1° de junio de 1952, pero esta vez los resultados lo ubican en el tercer lugar. Se deciden entonces a la toma del poder por medio de un golpe de estado derrocando al presidente electo Carlos Prío Socarrás.

Consumado el golpe, ni Socarrás ni los partidos tradicionales respondieron a las demandas hechas por estudiantes, obreros y otros sectores de la sociedad para enfrentar el golpe. Dirigentes sindicales y políticos se sumaron a las filas de los usurpadores del poder.

El golpe profundizó la explotación, la pobreza y la crisis política, instaurando una sangrienta dictadura. No obstante, desde los inicios, el pueblo tuvo conciencia de la gravedad en que habían sumido al país y de la ausencia de una fuerza política capaz de enfrentar y derrocar a la tiranía. Allí destaca la acción de Fidel Castro, abogado de 25 años de edad, quien comienza a crecer como figura de confrontación ante la dictadura. Por medios legales intentó en vano llevar a los tribunales a quienes violaron la Constitución de la República, eliminaron el juego democrático-representativo y establecieron un régimen represivo. No fue escuchado. El objetivo pasó a ser aglutinar a todos los cubanos deseosos de derrocar al tirano y cambiar la situación de miseria y atraso que vivía el país. Fidel fue llenando ese vacío construyendo una verdadera oposición, intentando por todos los medios disponibles, unir a los que luchan y resisten. La conclusión obligada a la que fueron llegando era: "Si Batista ha entrado por la fuerza al Palacio, por la fuerza hay que sacarlo" (Fidel).

La insurrección del pueblo y el asalto a los cuarteles

Cerrados todos los caminos de reclamo, cercenada la libertad y derechos políticos, las mismas circunstancias planteadas por el régimen dictatorial fueron condicionando la lucha del pueblo hacia una estrategia insurreccional.

Mientras partidos políticos y hombres públicos engañaban al pueblo enfrascados en luchas internas por el poder y ambiciones personales, al mismo tiempo crecía la verdadera oposición, una joven organización que ya disponía de más hombres entrenados para la acción que el conjunto de todas las organizaciones que se oponían al régimen. Jóvenes provenientes de las capas más humildes del pueblo, que se dieron cuenta de que la única alternativa era una Revolución.

Un grupo de cuadros, que constituyó después la dirección política y militar del movimiento, se consagró a la tarea de reclutar, organizar y entrenar a los combatientes con la idea de participar en la lucha común con todas las demás fuerzas opositoras. Seguían la prédica revolucionaria de José Martí donde estaba el fundamento moral y la legitimidad de la acción armada. Por eso se dijo que él fue el autor intelectual del 26 de Julio.

La meta que se habían planteado era crear las condiciones para llegar a una Huelga General Revolucionaria, exponiendo un programa político que planteaba resolver los males que aquejaban a la nación. Para ello creyeron imprescindible tomar las armas, luego entregarlas a las masas y realizar el llamamiento a la huelga general de todo el pueblo.

Encontraron esa posibilidad en la toma del Cuartel "Moncada" (segundo en importancia en el país) y el "Carlos Manuel de Céspedes". Los asaltantes estudiaron cada detalle y confiaban en el factor sorpresa. Vestidos con uniformes del Ejército, pensaban tomar la fortaleza con el mínimo de combate posible y de inmediato convocar a los santiagueros por la radio a sumarse a la insurrección.

De los 1000 combatientes entrenados, la Dirección del Movimiento citó a 135 que viajaron en secreto a Santiago y Bayamo para iniciar la lucha; aquellos más disciplinados y de mejor puntería con las armas disponibles (armas cortas y de caza) que desencadenarían una nueva situación revolucionaria en Cuba. Eran obreros, empleados, campesinos, trabajadores con oficios múltiples o desempleados, tres contadores, media docena de estudiantes, y un solo militar, el soldado sanitario Florentino Fernández. Lo más difícil del "Moncada" no era atacarlo y tomarlo, sin el gigantesco esfuerzo de organización, preparación, adquisición de recursos y movilización. Los esfuerzos fueron frustrados en el minuto culminante de tomar el cuartel. Factores accidentales desarticularon la acción.

A la misma hora del "Moncada", en Bayamo se escribió otra página heroica. El objetivo era apoyar el asalto del "Moncada” y desviar la atención de las fuerzas para evitar que enviaran refuerzo a Santiago. Por causas no premeditadas hubo que adelantar el asalto y atacar violentamente, por sorpresa. No obstante el ataque fue un fracaso. La ciudad se entregó a proteger y a esconder a los atacantes dispersos por lo que muchos salvaron la vida. Otros cayeron bajo las garras de la feroz dictadura. Eran 25, de los cuales la mitad fueron ultimados. Otros fueron salvajemente asesinados después que se rindieron sin disparar un tiro.

Tras el fracaso militar del ataque a los cuarteles, Fidel ordena una retirada, y en intento por continuar la lucha, se interna con otros combatientes en la cordillera de la Gran Piedra. Las fuerzas de la tiranía salen a cazar a los revolucionarios por toda la provincia, a quienes torturan y asesinan apenas capturan.

El 1° de agosto, temprano en la mañana, cuando dormían, Fidel y otros compañeros fueron sorprendidos y apresados. Solo la presión popular detiene la carnicería. En total fueron asesinados 52 revolucionarios y 18 fueron detenidos y enviados a prisión, entre ellos Fidel, su hermano Raúl y Juan Almeida Bosque.

Hacia la Revolución

Los revolucionarios presos del régimen de Batista fueron a juicio luego de pasar meses en prisión, aislados, sin derechos, sin contacto con abogados. Desde dentro y fuera, comienza la coordinación y la lucha por su liberación.

El juicio a Fidel fue un hecho histórico sin precedentes: totalmente incomunicado de sus compañeros, sin acceso a libros, asistencia jurídica, permanentemente vigilado, el joven abogado tuvo que preparar su autodefensa. A pesar de eso, Fidel logra mantener comunicación con sus compañeros. Con la ayuda de algunos presos y custodios reúne los datos necesarios para reconstruir los acontecimientos posteriores al asalto, la información suficiente para dar "el combate terrible de la verdad".

De acusado se transformó en acusador. Contó la historia de una república, de un pueblo "que había sufrido mucho y si no era feliz deseaba serlo y tenía derecho a serlo...toda su esperanza estaba en el futuro". Expuso la significación de los acontecimientos del Moncada y del programa político que planteaba los principales problemas de la nación: el de la tierra, la industrialización, la vivienda, del desempleo, la educación y la salud.
Finalmente, fue condenado a 15 años de prisión en aislamiento, junto a otros 50 compañeros.

Aquel alegato trascendió como “La Historia me absolverá”. Alegato reconstruido y enviado por Fidel desde la cárcel, luego distribuido en todo el país. Llegó así al pueblo el programa revolucionario que le servía tanto para el esclarecimiento de su situación y proyección, como para desenmascarar las falsedades que divulgaba la dictadura de Batista con sus medios de difusión afines. Ello estuvo bajo el influjo de la labor que desplegaron compañeros en libertad, en particular los jefes de células de la nueva organización revolucionaria, que estaba pasando a un plano superior, enriqueciéndose con elementos revolucionarios provenientes de otros movimientos, como Frank País García y Armando Hart Dávalos, de la Acción Revolucionaria Oriental (ARO) y el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) respectivamente. Así nacía el Movimiento Revolucionario 26 de julio (MR 26-7).

Los reclamos de la opinión pública y de los sectores en lucha por la libertad de Fidel y sus compañeros se fueron incrementando, hasta que a mediados de mayo de 1955, y sin aceptar claudicar como condición para la excarcelación, el régimen se vio obligado a decretar la amnistía para todos los presos políticos.
Fidel, desafiando al régimen, no deja de denunciar los desmanes de la tiranía, por lo que tuvo que exiliarse en Méjico. Desde allí enarbolaron las banderas de la lucha armada para derrocar al batistato. Militantes de esa organización marcharon hacia allí para prepararse militarmente con vistas a la guerra necesaria que proclamaban reiniciar.

Planteando la necesidad de la unidad entre las fuerzas revolucionarias, junto al Directorio Revolucionario de la Federación Estudiantil Universitaria, en el documento Carta de Méjico, proclamaron la decisión de “unir sólidamente su esfuerzo en el propósito de derrocar a la tiranía y llevar a cabo la Revolución cubana" y llamaban "a todas las fuerzas revolucionarias del país, a los estudiantes, obreros, organizaciones juveniles y a todos los hombres dignos de Cuba para que secunden esta lucha que está firmada con la decisión de morir o triunfar". Allí comenzaron los preparativos que permitieron su desembarco en el yate Granma el 2 de diciembre de 1956 por playa Las Coloradas, para reiniciar la lucha armada.

Estas audaces acciones realizadas por un grupo de combatientes revolucionarios dirigidos por Fidel Castro abrieron una nueva etapa en la larga lucha que había sostenido el pueblo cubano por la conquista de su plena independencia. Un sueño de escuelas, de fábricas, viviendas, trabajo y salud para todos y de tierras útiles al campesino pobre animó la epopeya de fuego y sangre del 26 de julio de 1953.

Si la acción no logró su primer objetivo de actuar como detonante de una insurrección, sí alimentó la lucha que permitió que tres años después llegara el yate Granma con 82 hombres y que las acciones se extendieran por el llano y la Sierra Maestra. Luego de más de dos años de combate y resistencia, más de 80 mil militares profesionales fueron derrotados por los rebeldes, triunfando la causa revolucionaria que abriría las puertas a la construcción del Socialismo.

Fuentes utilizadas

- Moncada 50. Santiago en la historia del 26. En: Agencia Cubana de Noticias. http://ain.cu/moncada50/jul803cmsantiago2.htm
- Castro Ruz, Fidel. La Historia me absolverá.
- Marta Rojas. Fidel, en el inicio del Juicio del Moncada. http://www.granma.cubaweb.cu/marti-moncada/jm07.html.
- Moncada 52 Aniversario. Serie de trabajos sobre antecedentes, preparativos y asalto a los Cuarteles Moncada y Manuel de Céspedes. En: Radio Habana Cuba. http://www.radiohc.cu/moncada/moncadaportada.htm.

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