Vecinos de la Quiaca marcharon por las calles pidiendo mayor seguridad.

Luego de que esta ciudad fuera escenario, de manera recurrente durante las últimas semanas, de una serie de hechos violentos con robos, atracos callejeros, violaciones y lesiones a la integridad física, la comunidad se congregó en la plaza “Centenario” y decidió marchar por las calles quiaqueñas solicitándole al gobierno de la provincia que mejore el servicio de seguridad y vigilancia brindado en este caso por efectivos de la policía jujeña, llegándose la muchedumbre hasta la sede de la UR 5 de la policía provincial donde leyeron una nota dirigida al gobernador Walter Barrionuevo.

Alrededor de dos mil personas, entre padres de familia, estudiantes de nivel secundario y terciarios y otros vecinos comenzaron su marcha en reclamo de mayor seguridad, encabezados por el sacerdote local, Jesús Olmedo, bajo la consigna si a la “vida y no a la violencia”, los que comenzaron su recorrido por la avenida de la Dignidad, llegando hasta la escuela Normal, tomando por la esquina de la comuna, Rivadavia y Pellegrini, hasta llegar luego al puente internacional por la avenida República de Bolivia.

Una vez en el puente internacional “Doctor Horacio Guzmán”, la interminable marea humana logró pasar sin sobresaltos el puesto fronterizo, más allá de algunos alegatos por la situación del responsable de la seguridad en el lugar que depende de Gendarmería Nacional. La marcha, ya en tierra boliviana, logró ingresar hasta tres cuadras por Villazón (Bolivia) bajo la misma consigna, interpretando que la inseguridad no tiene frontera y “es un problema que atañe a todos”.

Cuando terminaron su recorrido por la vecina localidad boliviana, la marcha retomó su cauce por arterias de La Quiaca y se dirigió hasta la sede policial de la UR 5, siempre encabezada por el padre Jesús Olmedo, ingresando al frente de la unidad policial por calle Belgrano, luego de recorrer por unas cuadras la avenida España.

Frente a la sede de la jefatura policial que tiene a su cargo la seguridad y la prevención del delito en La Quiaca y zonas aledañas, con las puertas cerradas y el personal perpetrado en su interior, el sacerdote leyó en voz alta la carta firmada y que fue enviada al gobernador de la provincia, “los abajo firmantes, ciudadanos del pueblo de La Quiaca, tenemos el agrado de dirigirnos a Usted, con el debido respeto, por los hechos cada vez más preocupantes de violencia e inseguridad, que se vienen sucediendo con mayor frecuencia en esta ciudad” comienza rezando la nota.

En la carta dirigida al primer mandatario jujeño, se advierte además que “la situación es alarmante (…) el personal policial de La Quiaca no es suficiente para poder combatir la situación, además carecen de medios necesarios” añadiendo textualmente el escrito “que hagan efectivo su trabajo de hacer respetar la ley como les corresponde. La delincuencia se ve con más frecuencia y con total libertad e impunidad, como si fuera tierra de nadie”.

Al mismo tiempo, los manifestantes le exigieron al gobierno de la provincia un cuerpo policial “suficiente y eficiente”, solicitando la implementación de cámaras de vigilancia. Luego de estar en la policía, la columna se dirigió hasta la esquina de Suipacha y Balcarce, donde sucedió uno de los últimos hechos de delincuencia con el saldo de una menor “tajeada en su rostro y con puntazos en el abdomen”, escenario delictivo del cual habrían sido protagonistas siete jóvenes de La Quiaca; en esta esquina, la marcha de ciudadanos quiaqueños, recordó la fatídica noche de hace dos semanas atrás, pidiéndole a la justicia que acelere los mecanismos para dar con los autores del hecho, más allá de saber que la policía habría identificado a por lo menos cinco de los atacantes.

De la marcha tomaron parte además madres que denunciaron que sus hijos fueron víctimas de atracos como el descrito anteriormente, redenunciando que en La Quiaca existirían “barritas” integradas por adolescentes de entre 15 y 20 años, dedicándose a golpear a otros jóvenes. Finalmente hay que decir que recientemente se conoció la versión que indicaría, que en un lugar cercano al hospital local “Dr. Jorge Uro” habrían violado sexualmente a una menor discapacitada.