Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Patricios y peronistas

El affaire de la publicación de los libros del gobierno salteño, donde las Islas Malvinas figuran como propiedad de su majestad, conlleva un análisis que supera largamente el hecho cartográfico.

29 de abril de 2008| copenoa |

El burdo error pone sobre el tapete la miseria de los hombres cuando de costos políticos se trata y la laxitud de la hipocresía de quienes amparados en la cima de la pirámide social, alcanzan lo que podría llamarse impunidad de época.

Los ahora famosos libros salteños, nacieron con defectos de origen, fruto de una contratación directa basada en el lobby de clase, mas que en el merito de los antecedentes.

La editorial Inti Raymi imprimió con un costo de $ 6.900.000, doscientos mil kits sin siquiera estar inscripta como proveedora del estado, y en línea directa con la gobernación hicieron de la ministra Torino, un elemento decorativo en la redacción de los contenidos.

Juan Manuel Urtubey gano las elecciones provinciales en octubre pasado en alianza con el Partido Renovador de Salta y apalancado por el aluvión de votos del departamento San Martín con especial gravitación de la ciudad de Tartagal, cuna de su Vice Andrés Zottos.

La designación de la Dra. Marta Torino (de impecables antecedentes académicos), fue vista como una compensación tanto a la ciudad de Tartagal, como al partido renovador, más allá que la vinculación de la ex ministra con el partido reconozca más una filiación de carácter conyugal que de actividad partidaria.

El 25 de abril pasado, la ex ministra se preparaba para una consulta médica sin imaginar su irremediable destino, ajena por completo a lo que ya era vox populi en toda la provincia, donde varios medios anticipaban no solo su renuncia, sino también el nombre de su sucesor.

Pasado el mediodía la ministra fue notificada del pedido de renuncia sin explicaciones de ningún tipo y con el ofrecimiento de permanecer en el gobierno bajo las mismas condiciones salariales (recordar el caso Miranda), a cambio de sumisión de culpabilidad.

Marta Torino entendió como dice Saramago que la prudencia solo es buena, cuando se trata de conservar aquello que ya no interesa y redacto una dura carta de renuncia a sabiendas que eso la alejaba definitivamente de los favores del poder, pero quizás consciente que fueron precisamente las concesiones, las que vaciaron de su impronta el efímero mandato, tal como aconteciera con la designación de los maestros bilingües que nada tienen de maestros y que bajo la presión del otrora romerista Calermo, lograron que un demudado Urtubey, ordenara telefónicamente la designación de quienes inclusive se niegan a realizar los cursos docentes y solo a cambio de inscribirse sin obligación de asistencia.

Como en un circo romano, la Dra. Torino fue la presa que el gobierno salteño entrego al coliseo mediático, que sumados a unos simpáticos adhesivos cual curitas literarias otorgaban la febril esperanza de apaciguar las incrédulas miradas y mostrarse como un hombre de fuertes decisiones, tal como aconseja el carácter y obviamente el manual del gobernante.

Pero mucho más importante es concentrarse en las virtudes y antecedentes de nuestro emulo de Sarmiento y redactor de los libros que con un contenido muy Margaret distribuyeron en las escuelas.

El Dr. Patricio Gustavo Eugenio Colombo Murua (de impecables y robustianos antecedentes conservadores), es lo menos compatible que el sentido común puede trazar con un gobierno que se precia defensor de los derechos humanos, enfocados primordialmente en el repudió del transito mas negro de nuestra Patria como lo fuera el oscuro proceso, que se inició el 24 de Marzo de 1.976.

Con los restos de la democracia todavía tibios en las manos de los usurpadores se desmantelo en Salta, la estructura jurídica para colocar en sus puestos a los garantes de la impunidad de todo tipo, para quienes por medio de la violencia, se arrogaron la voluntad del pueblo.

El 7 de Mayo de 1.976 juro como juez de la dictadura en Salta Don Patricio Colombo, quien con el tiempo se encargo de demostrar que su amor por las botas nunca fue efímero, pues aun en el ocaso del proceso, mantuvo sus lazos desempeñándose como Ministro de Educación del gobierno de Santa Cruz del Brigadier Mayor (R) Antonio Diego López; en una parábola que convalida del principio al fin la mas sangrienta dictadura en la historia de nuestro país.

En el paroxismo de la hipocresía amparado en casi 7 millones de razones, Colombo Murua, describe al proceso militar como quien analiza desde la mirada imparcial, escindiéndose de su carácter de participe, y describe a la provincia como inmersa en las vicisitudes trágicas del país, obviando su rol de coautor de vicisitudes.

Los errores cartográficos, terminaron exhibiendo un incómodo desnudismo político que despoja de red, a quienes interpretan la representatividad como un mero equilibrio de alquimista.

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar