Más de 68.000 salteños cayeron bajo la línea de pobreza y 41.000 vive en condiciones de indigencia

Con los datos del INDEC proyectados de 665.007 Salteños, se estima que 347.082 Salteños son pobres y 109.425 Salteños vive en condiciones de indigencia

Los últimos datos de la incidencia de la pobreza y la indigencia en Salta, publicados en el informe del INDEC, reflejaron que el 52,2% de los Salteños eran pobres al cierre del primer semestre de este año, y el 16,5% directamente estuvieron bajo la línea de indigencia.

Estos números son calculados en base a la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, que hace un relevamiento en "Salta Capital". De 665.007 Salteños 347.082 son pobres y que solo en los últimos seis meses más de 68.000 son "nuevos pobres", al mismo tiempo que unos 41.000 que ya vivían en la pobreza, ahora viven en condiciones de indigencia.

Los datos de Salta fueron los más altos al menos desde que se utiliza este sistema de medición en base a la Canasta Básica Total (define la línea de pobreza) y la Canasta Básica Alimentaria (define la indigencia), que se implementó en 2016.

Respecto de la pobreza, el 52,2% casi igual a la media nacional del 52,9%. La provincia de Salta ha registrado un aumento significativo en la tasa de pobreza, alcanzando el 52,2% de su población durante el primer semestre de 2024, lo que representa un incremento notable desde el 37,5% registrado en el mismo periodo del año anterior según el informe más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

El INDEC reportó que el ingreso promedio por persona en Salta alcanzó los $249.688 durante el primer semestre de 2024, lo que representa un incremento del 192,9% en comparación con el mismo período del año anterior.

El informe también destaca que el ingreso medio por familia en la provincia ascendió a $201.596, lo que representa un incremento del 193,1% en comparación con el primer semestre de 2023. Este aumento está en línea con la suba de los ingresos laborales, que representaron $100.996 millones en la primera mitad del año, un 205,6% más que el año anterior.

Sin embargo, pese al fuerte incremento nominal de los ingresos, el mercado laboral muestra señales de alerta, con una leve caída en la tasa de empleo del -1,0% respecto al mismo periodo del año anterior. A pesar de la mejora en los ingresos, los desafíos relacionados con el empleo y la inflación siguen afectando el poder adquisitivo real de la población.