El primer año de Milei, en datos

Actividad económica, empleos, inflación, salarios, jubilaciones, consumo, pobreza y deuda. ¿Cómo le fue al gobierno de La Libertad Avanza en su primer año de gestión? En esta nota, los ganadores y perdedores del modelo, y lo que se viene en 2025.

El primer año de Javier Milei al frente del gobierno argentino se caracterizó por un feroz ajuste de corte ortodoxo que ordenó algunas variables macroeconómicas con un costo social altísimo.

Pese a lo dicho, el último Estudio de Opinión Pública de Proyección Consultores estableció que el Presidente cierra el año con una evaluación positiva sobre su gestión del 50,5%, mientras que el 49,5% tiene una visión negativa.

Aunque no existió el repunte en V y el 51,1% cree que la economía estará “mal” dentro de seis meses, la consultora midió que hubo un repunte de la imagen presidencial a partir de septiembre, cuando estuvo 15 puntos abajo, gracias a cierto alivio que se percibe por la desaceleración de la inflación y la quietud del dólar.

Pero, ¿cuál es el saldo en la economía tras un año de ideas libertarias conduciendo la nación?

Actividad económica, sector por sector

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) detalló que la actividad económica sufrió una fuerte caída a principios de año de la mano de la devaluación del 118% que licuó los ingresos de la población.

La caída llegó a su piso en abril, con un 4,4% por debajo de la medición desestacionalizada de noviembre 2023. A partir de allí, comenzó “un rebote errático: la variación mensual desestacionalizada arrojó +0,7% en mayo, -0,1% en junio +2,7 en julio, +0,9% en agosto y una nueva retracción en septiembre (-0,3%)”, explican. Todo esto podría ser más pronunciado si no fuera por el agro que, superada la sequía, “amortigua y compensa parcialmente el desplome”.

Por su parte, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) destaca que sectores como “la industria, el comercio y la construcción se desplomaron (-6%, -8%, -17%)”.

“La apertura importadora (reducción de aranceles, eliminación de restricciones, desregulación aduanera, etc. ) junto con el aumento de los costos en dólares y la depresión del consumo interno, forman la tormenta perfecta para el aparato productivo que ya sufrió el cierre de 16.500 empresas”, aseguran.

Por su parte, desde el Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (MATE), aseguran: “La ‘recuperación’ de la que habla el Gobierno sólo es un fenómeno parcial en comparación con la profundidad de la crisis que el mismo Gobierno provocó al asumir”.

La previsión de los economistas para 2025 es que esta heterogeneidad profundizará las diferencias entre sectores ganadores y perdedores.

Inflación

La devaluación del 12 de diciembre, ni bien asumido el Gobierno, fue acompañada de la desregulación de los precios de la economía: naftas, prepagas, alimentos, medicamentos. “Estas medidas aceleraron significativamente la inflación: 25,5% en diciembre, 20,6% en enero y 13,2% en febrero”, explica el CEPA.

Producto de la desregulación, las tarifas de los servicios crecieron un 400%. “La consecuencia inmediata fue la multiplicación por 4 de las ganancias de las empresas energéticas —detalla el IPyPP—. La desregulación del precio del crudo y los combustibles también encareció la canasta energética y multiplicó por 8 las ganancias del oligopolio petrolero”. Pese a ello, este tarifazo no se refleja en el IPC que calcula el INDEC, ya que la metodología vigente ofrece un indicador que no es representativo del consumo de los argentinos, por lo que comenzó a ser cuestionada.

Luego del fogonazo, entre mayo y agosto, la inflación se estancó en torno a 4%, piso que logró romperse en septiembre (3,5%) y octubre (2,7%). Para los expertos esta desaceleración se explica por dos factores: la caída del consumo y el tipo de cambio.

Empleos, salarios, jubilaciones y pobreza

Los salarios del sector privado, que lograron recuperar parte de lo perdido, todavía se ubican en -1,5% de noviembre de 2023. El promedio ponderado de los salarios medido por el INDEC arroja un descenso del poder de compra de -9,6%.

El desempeño de los salarios tuvo impacto sobre el consumo: el de carne vacuna por habitante cayó 11,2% interanual, el peor nivel en 28 años; el de yerba mate está -9,2% respecto de 2023 y en el peor nivel desde 2017; y el de lácteos acumula una baja de 11,4% de consumo per cápita interanual.

La caída de la actividad económica también afectó el empleo. Desde noviembre de 2023 hasta agosto de 2024 se perdieron más de 261 mil puestos de trabajo formales, según los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Así, la tasa de desocupación saltó de 5,7% al 7,6% y se expandieron las formas de contratación precaria: los monotributistas crecieron un 4%.

La pobreza, en tanto, superó el 50% de la población, y el hambre llegó al 20%.

Deuda

Tras un año de gobierno de La Libertad Avanza, no sólo aumentó la deuda pública, sino la doméstica. Según detalla el IPyPP, el 46% de las compras de alimentos en supermercados son financiadas con crédito.

“La porción de población pobre que usa la tarjeta aumentó en 3,1%, mientras que en el caso de la pobreza extrema ese aumento fue de 8,5% —plantean en el Instituto—. Esto representa una oportunidad de negocios para las finanzas ante un contexto declinante de los ingresos. Seis de cada diez titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) ya se endeudó con Marcos Galperin a través de Mercado Pago”.

La deuda pública también se agrandó. Y mucho. En 2024, y al cierre de esta nota, el endeudamiento del Tesoro se incrementó en US$ 91.000 millones, el doble del préstamo que Mauricio Macri contrajo con el FMI.

Los vencimientos de ese préstamo, bonistas privados y otros organismos de crédito, en 2025 serán de US$ 17.000 millones. El proyecto de Presupuesto 2025 puso en primer plano el cumplimiento de esos compromisos, lo que hace pensar que el ajuste “más grande de la historia de la Humanidad” todavía no terminó. (Canal abierto)