“El porque del vamos por todo”

Si todos estos sucesos desagradables que vivimos todos los días, ante la falta total de tolerancia y transparencia, que ha hecho más visible esta corrupción, se hubiesen producido antes del 23 de octubre del año pasado, no creo que los resultados obtenidos en esa votación sean los mismos que se obtendrían al día de hoy, donde el fracaso de esta política se reduce solamente a la confrontación y a la mentira que nos conduce inexorablemente a una sociedad menos democrática y representativa.

Ante la arenga provocativa como “el vamos por todo”, me pareció que no vivo en la Argentina, más bien en un país virtual en donde no existe ni la hipocresía, ni la pobreza, ni la inseguridad, ni la corrupción, ni el autoritarismo y ni la impunidad, donde todo funciona a la perfección, la seguridad, el transporte, la educación y el bienestar de los ciudadanos agravado por la incertidumbre que al final de su vida laboral no podrán gozar jamás de una vejez digna.

Al oír a la mayoría de los personeros partidarios de este gobierno, vemos que su discurso se basa en la necrofilia, que es el placer enfermizo de estos protagonistas de manosear los cuerpos yertos de aquellos que ya han fenecido y desde el otro mundo ya no podrán hacer mas nada a favor de los ciudadanos de este país y que son ellos los que deben procurar la bienandanza y la prosperidad de los habitantes de esta Nación.

De continuar este estado de cosas, ya no tendremos solamente “el futbol y el automovilismo para todos”, tendremos “Boxeo para todos y todas”, en una nueva confrontación entre argentinos que el gobierno se encargará de dividir para gobernar, la mayoría hartos de tanta corrupción, soberbia y despotismo, el mismo que no acepta jamás a aquellos ciudadanos que no piensan de la misma forma.