Confesión. Caputo sobre los alimentos: la gente “llega rascando a fin de mes y las cosas salen 50% más que en EE. UU.”

El ministro de Economía reconoció impunemente esta crítica situación ante ejecutivos de la Copal, la cámara del sector alimenticio que encabeza el presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. El jefe de Hacienda no pretende frenar su plan de ajuste, ni que los industriales dejen de tener importantes ganancias, sólo viene intentando presionarlos para que moderen la suba de precios de los productos que son parte de la canasta básica. Una muestra de que el Gobierno tiene miedo a que surjan estallidos sociales.

Tomando nota de las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional en relación a las graves consecuencias sociales que está teniendo el plan de ajuste, el Gobierno comenzó a negociar con los productores de alimentos para que frenen el aumento de sus precios y amenaza con abrir las importaciones en el rubro. Este miércoles el Ministerio de Economía, a través del secretario de Comercio Pablo Lavigne recibió a miembros de empresas fabricantes de alimentos de la cámara Copal, que es presidida por el también titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja. Ni Javier Milei, ni Luis Caputo buscan mejorar la duramente golpeada calidad de vida de las grandes mayorías, pero si comienzan a mostrarse preocupados por la capacidad de su gestión para contener la bronca que crece en los sectores de menores ingresos.

“Imagínense que alguien que llega rascando a fin de mes, le sacamos Precios Justos, ley de abastecimiento, de góndolas y las cosas salen 50% más que en Estados Unidos, se van a preguntar: ¿Este es el modelo? No estamos pidiendo una baja, pero que reflejen más o menos las condiciones que estamos viviendo. Hay que dar un empujoncito para que puedan negociar con los productores, forzar la competencia. Este momento lo amerita. No es en todos los productos sino canasta básica”, dijo Luis Caputo en el encuentro con los empresarios. Al margen del cinismo de la declaración, el objetivo del ministro es poder seguir sosteniendo el modelo económico que hace recaer los costos de pagar la deuda fraudulenta del Estado sobre los jubilados, los trabajadores y sus familias. Desde el oficialismo le piden a las grandes corporaciones “un poco de colaboración” para intentar aplazar posibles saltos en el malestar social que está en aumento.

Para presionar a los empresarios, desde el Gobierno presentaron una lista de productos a importar que pasarían a estar exentos de impuestos a la importación y por los cuales las empresas importadoras recibirían los dólares en un plazo preferencial. Quedará por verse cuánto hay de apriete para negociar y cuánto de realidad, en una medida que implicaría la salida de más dólares en importaciones (teniendo en cuenta que para Milei la acumulación de divisas está entre las principales prioridades).

Pese a la fuerte recesión (caída de la producción) la inflación sigue en niveles muy elevados y continúa destruyendo los ingresos de las familias trabajadoras. Mientras, según el Indec, en promedio los precios aumentaron a nivel nacional 13,2 % mensual en febrero, los productos que integran la canasta básica (con la cual el Indec elabora la línea de pobreza) treparon 15,8 % y la canasta alimentaria (línea de indigencia) un 13,1 %. El origen de la escalada de los precios es la devaluación realizada por Caputo apenas asumió, sus negociaciones con la industria alimenticia cambiarán poco el escenario.

Es urgente una suba de emergencia para los ingresos de los trabajadores formales, informales, desocupados y jubilados, además de ser actualizados de forma automática según la inflación. La CGT y la CTA deberían ponerse a la cabeza de un plan de lucha para enfrentar el ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores, y tirar abajo el plan de ajuste que está agravando la crisis social dejada por el Gobierno anterior a una velocidad pocas veces en la historia Argentina.

Pese a la fuerte recesión (caída de la producción) la inflación sigue en niveles muy elevados y continúa destruyendo los ingresos de las familias trabajadoras. Mientras, según el Indec, en promedio los precios aumentaron a nivel nacional 13,2 % mensual en febrero, los productos que integran la canasta básica (con la cual el Indec elabora la línea de pobreza) treparon 15,8 % y la canasta alimentaria (línea de indigencia) un 13,1 %. El origen de la escalada de los precios es la devaluación realizada por Caputo apenas asumió, sus negociaciones con la industria alimenticia cambiarán poco el escenario. (LID)