Barbarie capitalista.En América Latina hay 14 millones más de hambrientos pero crecen los multimillonarios

El “Panorama de Seguridad alimentaria y nutricional 2021” de la ONU reflejó datos brutales. 60 millones de personas pasan hambre, un 30% más que el año anterior. Según la revista Forbes en el mismo tiempo el número de personas más ricas aumentó 41%.

La tapa de un diario de Río de Janeiro impacta. Tres hombres revuelven huesos que acaban de tirar de un supermercado. "Antes las personas que pasaban por aquí pedían pedazos de huesos con carne para alimentar a sus perros. Ahora vienen a buscarlos para tener algo para comer" dice uno de los encargados. María hace cola con su hija en una sala de salud de Chiquimula, Guatemala. Le dice a la asistente que solo la puede alimentar con tortillas. Casi la mitad de los niños y niñas de ese país tienen hoy desnutrición crónica. Una marcha piquetera llega hasta la multinacional Mondelez en el conurbano bonaerense. Tienen un cartel gigante que dice “balen los precios”. Una vocera dice que mientras sus comedores no dan abasto y les pibes pasan hambres, los precios de algunos productos aumentaron 5 veces en lo que va del año.

Solo tres historias detrás de los datos impactantes que de vez en cuando informan las agencias internacionales. El último se conoció esta semana. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la cantidad de personas con hambre es el más alto en 20 años. Son 60 millones, un tercio más que el año anterior. 14 millones más en un solo año.

Pero el drama es mucho más amplio. Casi 270 millones sufrieron “inseguridad alimentaria moderada o grave”. ¿Cómo habría que decirle? ¿"Un poco de hambre"? ¿"Engañaron" el estómago? ¿Comieron algunas tortillas y huesos pelados pero se quedaron "con apetito"?

El incremento "podría explicarse en parte por los efectos de la Covid-19" dice la ONU. Tiene un aspecto obvio: millones de personas que sobreviven con trabajos informales se quedaron sin ingresos. Los Estados aumentaron la asistencia social para evitar estallidos, pero los datos confirman que esa ayuda fue tan miserable que ni siquiera garantizó la alimentación básica de los brazos y músculos de la clase que mueven el mundo. Y de sus futuras generaciones, que son las que más sufren los efectos del hambre en sus primeros años de formación.

Reconoce Unicef la pandemia solo empeoró una crisis “humanitaria” que ya existía. Y aclara que a la falta de alimentos hay que agregarle la obesidad y otros problemas derivados de la mala alimentación. "Para que crezcan sanos, debemos asegurarnos de que todas las familias tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles", dicen sus especialistas.

Según los estudios, América Latina es el continente donde más ha crecido la “inseguridad alimentaria”. Esa inseguridad de la que los grandes medios ni hablan.

Un sistema irracional: más hambre, más ricos
A algunas cuadras de los “rescatadores de huesos” y las mujeres que protestan en las alimenticias hay barrios privados y countries lujosos. Saliendo de esas ciudades, hay campos que se pierden en el horizonte. Yendo hacia las costas, puertos privados desde donde salen barcos cargados de alimentos que "volverán" cargados de dólares.

Ese contraste irracional se llama capitalismo. Y sobre eso hay nuevos datos, también brutales. Como los que dicen que la cantidad de multimillonarios en la región subió de 76 a 107 durante la pandemia. La fortuna acumulada por las 100 personas más ricas subió de US$284.000 millones a US$480.000 millones. Para tener una idea, es más de la “riqueza” que se produce en la Argentina (y varios países como Guatemala) durante un año.

En esa prestigiosa listas hay empresarios argentinos como Marcos Galperin (Mercado Libre), que se enriqueció estos meses con el auge del comercio electrónico. Empresarios de la energía como Alejandro Bulgheroni y Gregorio Pérez Companc, que además tiene negocios alimenticios. Le siguen el empresario farmacéutico Alberto Roemmers, que no casualmente vio crecer su fortuna en pandemia, así como Eduardo Eurnekian.

Mientras tanto, la pobreza llegó al 40%, millones con hambre y el Gobierno recortó las partidas sociales. El acuerdo con el FMI empeorará las cosas. No hay duda.

Cada vez que se conocen estos datos, muchos medios los toman como noticia. Ponen fotos de chicos con hambre. Algún editorialista dice que este mundo tendría que ser un poco más humano. Que no tendrían que morir tantas personas por hambre. ¿Quizás menos? ¿Cuántas señor? Pura hipocresía. Hay que terminar con un sistema donde mientras algunos revuelven huesos pelados otros revuelven dólares. El capitalismo no va más. (LID) Por Lucho Aguilar