Los tarifazos no se toman vacaciones en Salta

Saeta anunció el pedido de un aumento tarifario que viene de la mano de un proyecto de ley que propone eximirla del pago de los impuestos a las actividades económicas y sellos provinciales, que sería presentado también durante las vacaciones en la Legislatura.

El tarifazo y el proyecto de ley se suman a los subsidios que ya se le otorgaran a Saeta por el gasoil, por las unidades circulantes, lo que se les paga en concepto de compensación por boletos y abonos vendidos, ¡que ya es una cifra millonaria!... No debemos olvidar los mas de 8 millones por la compra de las boleteras; y próximamente la eximisión del pago de patentes en el orden municipal.

Todo con el propósito de garantizar la rentabilidad privada de los mismos
empresarios que llevaron al transporte público de pasajeros hace algunos años y que con Saeta han aumentado exponencialmente sus ganancias a costas de un déficit de mas de un millón de pesos por mes, que descansa sobre las espaldas del estado, o sea del bolsillo de los vecinos.

El Tarifazo anunciado incide fundamentalmente sobre el costo de los abonos primarios, que de 0,27 aumentaría a 0,50 ¡Un 100% de aumento a los escolares!. Significa un golpe directo a las posibilidades de que puedan llegar a las escuelas, en una provincia que tiene bajo la línea de la pobreza a mas del 60% de su población trabajadora y con niveles de indigencia que ponen a salta en los primeros lugares del ranking de la miseria social.

Rechazamos el tarifazo por que se asienta en el bolsillo de los trabajadores, en claro beneficio de un sector empresarial parasitario, que tiene a su mejor gestor y garantía de sus negocios al gobierno provincial. Esto pone de manifiesto la política que lleva adelante el régimen de camarillas que gobierna esta provincia.

El PO señala que el tarifazo y las eximisiones de impuestos son para sostener el déficit y garantizar la rentabilidad empresaria. Para salir del déficit hay que eliminar el parasitismo de las prestadoras privadas estatizando el servicio bajo control de los trabajadores y no meter la mano en el bolsillo de los usuarios.