Votaron un presupuesto de ajuste, pero le piden al FMI "no condicionar al país"

En una carta, senadores del Frente de Todos le piden que "se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas". Mientras, el Gobierno anuncia que pedirá un préstamo con más condicionamientos.

La bancada oficialista, que preside José Mayans, expresó su posición sobre la negociación que realiza una comitiva del FMI con las autoridades económicas en una carta que envió a su titular, Kristalina Georgieva.

Las declaraciones de los senadores parecen un chiste. Pedirle al FMI que no “condicione la economía”, es pedirle que no sea el FMI. Por otra parte, el Fondo ya condiciona fuertemente la economía argentina. No hay prueba más palpable que los números del Presupuesto 2021. La reducción en áreas como educación y salud, son un ejemplo de esto además de la quita del IFE y el ajuste jubilatorio.

La declaración firmada por los senadores Oscar Parilli, Adolfo Rodíguez Saá, Ana Almirón, Jorge Taiana, entre otros, señala que las "las negociaciones que se iniciarán próximamente, serán para superar el cancelado y descarrilado acuerdo stand by 2018" y les comunican a las nuevas autoridades del FMI hay que "hacerse cargo de la responsabilidad proporcional que cada parte tiene".

El histórico sometimiento del país a través del endeudamiento se profundizó en el macrismo que pidió un préstamo stand by al organismo. Esto ya significaba un alto nivel de injerencia del Fondo Monetario en el curso de la economía nacional, que se expresaba nada más y nada menos que en ajuste que pagaron crudamente jubilados y jubiladas, por ejemplo.

Durante la campaña electoral, el Frente de Todos decía que había que investigar la deuda que tomó el macrismo, porque fue destinada fundamentalmente a la fuga de capitales. Una vez en el Gobierno se olvidaron de aquellas promesas y desde que asumió Alberto Fernández han estado negociando con el FMI y pagando la deuda sin chistar. Ahora, los senadores proponen un programa de refinanciación de la deuda que incluya una "reconsideración de los intereses, un período de espera para comenzar los pagos anuales a partir de 2025, y plazo de amortización en varias décadas". Es decir, estirar el sometimiento, nunca desconocer esa deuda que ellos mismos asumieron que se tomó para fugar y saquear al país.

Además, un préstamo de facilidades extendidas como el que acaban de anunciar, que les permitirá renegociar la deuda, implica un salto en el nivel de condicionalidades y reformas estructurales que se podría exigir al organismo. Todo con el fin de ajustar los bolsillos populares para pagar la deuda ilegítima, ilegal y fraudulenta.

Mientras el país se enfrenta a la pandemia con una pobreza de casi el 50 %, el Gobierno prioriza pagar la deuda. Dicen que no pueden poner 90 millones de pesos para un cuarto IFE, pero acaban de hacer un pago -chico en comparación con los habituales- de 300 millones de dólares en intereses de deuda al FMI.

El Presupuesto que tiene media sanción de Diputados y que el Gobierno pasó la semana pasada en el Senado, destina unos U$S 6000 millones de dólares a la deuda odiosa de Macri. Solo para pagos de intereses al FMI se irán U$S 1.339 millones. Todo esto en medio de una crisis profunda para millones de familias trabajadoras que se quedaron sin nada durante la pandemia. Además representa cuarenta veces lo que van a destinar a construcción de viviendas, que es U$S 150 millones. Una partida marginal para el déficit habitacional que hoy es más evidente que nunca con la lucha de Guernica y tantas otras a lo largo y ancho de todo el país.

El FMI ya está condicionando y el resultado es más pobreza, precarización y hambre. (LID).
Foto Portada Télam