RICOS, FAMOSOS Y AUMENTADOS Una casta política que hace años la levanta en pala

La presidente del Senado, Gabriela Michetti, y el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, decidieron un aumento que ronda el 47 % para legisladoras y legisladores de ambas cámaras. Desde ahora, entre sueldos y adicionales, quien ocupe una banca en el Congreso puede llegar a percibir $ 141.000 de bolsillo por mes.

La novedad fue festejada por varios empresarios, terratenientes y dirigentes sindicales a los que les gusta que los llamen “representantes del pueblo”. Ellos no sólo no tienen problemas en llegar a fin de mes sino que acumulan dinero como para vivir varias vidas. Y ahora vieron aumentadas sus dietas por sentarse en bancas legislativas a dictar leyes que, en su mayoría, benefician aún más a los sectores dominantes.

Desde ya que algunas de las bancas de las cámaras de Diputados y Senadores no están ocupadas por ricos. Sin embargo sus salarios se asemejan a los de muchos “compañeros” y “correligionarios” que sí lo son. Y eso a no todos les disgusta. Por eso es tan resistido el proyecto de la diputada nacional del PTS-FIT Myriam Bregman para que los salarios de todo el funcionariado político y judicial se igualen al de una maestra. Es que, como decía una vieja publicidad, pertenecer tiene sus privilegios.

Ricos, famosos y aumentados

En el sistema capitalista las declaraciones juradas de los ricos son un papel dibujado que se presenta ante el fisco y las oficinas de “ética” y “anticorrupción” con el fin de que nada haga sombra a sus negocios millonarios. Por eso, darle crédito total a esos números sería un acto de ingenuidad. Sin embargo se los puede tomar, al menos, como una aproximación válida para distinguir entre quiénes forman parte de minorías poderosas y quiénes de las mayorías trabajadoras de este país.

Vale aclarar, por si alguien está desprevenido, que los millonarios están en todos los bloques de los partidos tradicionales, tanto de los más conservadores y neoliberales como de los más “nacionales y populares”. Sus declaraciones juradas de 2015 no dejan lugar a dudas.

El productor agropecuario de General Villegas y actual diputado del Frente Renovador Gilberto Alegre tiene declarados más de $ 9 millones. Una fortuna muy parecida (al menos en blanco) de la que posee la diputada del Frente para la Victoria Nilda Garré, la exministra kirchnerista que por $ 600 mil no llega a los $ 10 millones de patrimonio.

El senador del Movimiento Popular Neuquino Guillermo Pereyra estampó en su declaración jurada un patrimonio de $ 7 millones y medio. Nada mal para quien se dice parte del “movimiento obrero”. Pero la fortuna del secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa puede parecer una “miseria” al lado de la que ostenta su compañero de la Cámara Alta Roberto Basualdo. Este empresario sanjuanino declaró tener en blanco el año pasado poco menos que $ 183 millones.

La lista de millonarios no distingue entre kirchneristas, macristas, radicales y otros peronistas. Desde el joven diputado K Eduardo “Wado” de Pedro ($ 7 millones y monedas) hasta el joven PRO Luciano Laspina ($ 4 millones y medio), pasando por los no tan jóvenes senadores Juan Marino ($ 9 millones y medio), Juan Pais ($ 22 millones) y Juan Carlos Romero ($67 millones).

Se insiste. Estos números corresponden a las declaraciones juradas que diputados y senadores presentaron oficialmente. Como es de suponer, tratándose de empresarios, terratenientes y burócratas sindicales, son declaraciones mentirosamente deprimidas. Pero como botones de muestra, alcanzan.

Acostumbrados a “levantarla en pala”, a los gustos caros y la buena vida, suena un tanto difícil pedirles a legisladores como Graciela Camaño ($ 4 millones), Carlos Kunkel ($4 millones y medio), Eduardo Amadeo ($ 5 millones), Ana Carrizo ($ 14 millones y medio), José De Mendiguren ($ 20 millones y medio), Pablo Torello ($ 24 millones), Maurice Closs ($ 30 millones), Héctor Recalde ($ 36 millones), Máximo Kirchner ($ 42 millones) o Eduardo Costa ($ 136 millones) que se sumen al proyecto de Myriam Bregman para que cobren un salario equivalente al de una maestra.