Salta: hay cuatro comunidades que esperan ayuda hace dos meses”, afirmó el cacique Demetrio Campos

La escuela 4820 de Misión Wichi es una de la instituciones que recibe a 260 chicos, que por ahora no están logrando salir de sus poblaciones. La ayuda que está llegando la zona se complica por el estado de los caminos.

Una mañana desoladora. El patio medio cubierto por el barro que dejaron las aguas. Alrededor los caminos de tierra se hacen instransitables, pero a los lejos se los puede ver. Pequeños de entre 5 y 9 años que van llegando con la mochila bien puesta, algunos descalzos, otros con botas de goma, con los apuntes bien envueltos en bolsa de plástico. Están tratando de volver a su normalidad: la escuela.

En Misión Wichi, Rivadavia Banda Sur se encuentra la Escuela 4820. Allí asisten 260 niños. Pero no todos están logrando poder ir a clases. Esta escuela es el punto de encuentro de los niños de varias localidades que todavía están aisladas por las aguas. No existen forma de llegar a ellos o que ellos lleguen a la escuela. Y en esta situación las necesidades se multiplican.

En vivo desde Rivadavia Banda Sur, Miguel Escalante, enviado especial de El Tribuno, estuvo en esta escuela y registró las necesidades que están teniendo las comunidades cercanas a Misión Wichi.

“A pesar de las adversidades, el cuerpo docente se mantiene firme en su compromiso educativo”, expresa Escalante junto al plantel de docentes bilingües que trabaja en esta escuela.

“Acá la escuela está un poquito bajo el agua, pero con todas las ganas de trabajar”, expresó un docente de la institución. La escuela cuenta con alrededor de 260 alumnos que asisten en turnos mañana y tarde, aunque las inundaciones han afectado la llegada de varios estudiantes provenientes de comunidades vecinas.

En el turno mañana, asisten los pequeños de la sala de 5 hasta tercer grado. En el turno tarde de 4to grado a 7mo. Además la escuela tiene comedor.

Demetrio Campos, cacique de la comunidad, y tambien docente, describió la grave situación de los pobladores: “Las lluvias vienen azotando hace dos semanas y afectan de gran manera a las comunidades. Cuando crece el río Teuco y el Bermejo, las comunidades quedan completamente aisladas”.

Campos desciribió que muchas familias no han podido autoevacuarse por falta de medios. “Muy pocos se autoevacuaron porque no tienen cómo. Por ejemplo, la comunidad de La Esperanza, se ubica a 35 km y está aislada y hay entre 5 y 7 kilómetros de agua alrededor”, indicó. Además, denunció la falta de asistencia estatal: “No se ve movimiento del Ejército ni de fuerzas de seguridad. Hace dos meses que necesitamos ayuda y no llega”.

Llegar caminando desde La Esperanza es casi imposible. Esto lleva días. “Las mujeres de edad y chicos no van a salir porque no tienen fuerzas físicas para hacerlo. No hay alimentos en esta zona. Hace dos meses que está castigada la zona. Esta es la segunda inundación”, agregó Campos.

Las comunidades que más necesitan son La Esperanza, El Chañaral, San Felipe y Campo Pañuelo, a donde no se puede llegar por los caminos. Campos, conocedor de la zona, explica que a estos parajes se puede llegar por canales naturales, por lancha o por aire.

“Pero a los canales hay que limpiarlos porque están cortados por árboles caídos, troncos, alambrados”, agregó.

El cacique también detalló las necesidades urgentes: “Nuestros hermanos necesitan mercadería, frazadas, plásticos, pañales, agua potable y medicamentos. Hay niños con fiebre y problemas de salud por el consumo de agua contaminada”.

Mientras la crisis se agrava, las comunidades esperan una respuesta inmediata de las autoridades para evitar que la situación empeore. La urgencia de asistencia humanitaria y logística sigue siendo una prioridad para los habitantes de Misión Wichí y sus alrededores.

Se estima que cada comunidad tiene al menos 400 habitantes. (tribuno)