OIT: el mundo laboral está sumergido en una “crisis sin precedentes”

Los principales referentes de la Organización Internacional del Trabajo reunidos en una Cumbre Mundial, debaten sobre la crítica situación del mundo del trabajo. Los despidos y el desempleo afectan a millones de trabajadores, a pesar de los multimillonarios rescates a los empresarios en todo el mundo.

Mientras el rebrote en Estados Unidos y en algunos países de Europa y Asia se consolida, sumando mayor incertidumbre sobre el impacto y el manejo de la pandemia por coronavirus. Una certeza sin lugar a dudas es el hundimiento de la economía global, que caería 4,9 % este año según el FMI. Y con ella, la crisis desatada en el mercado laboral que podría empeorar.

Al finaliza la Cumbre Mundial realizada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que reúne a sus principales y referentes junto a ministros de Trabajo de distintos países. Los reúne el espanto, el tema obligado a debatir es el fuerte impacto sobre el mundo del trabajo que ya afecta a millones de trabajadores.

El jefe de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder, sostuvo que la pandemia de coronavirus sumergió al mundo laboral en una “crisis sin precedentes”.

Mientras el Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres fue más preciso al advertir: “Seamos claros: no se trata de elegir entre la salud o el empleo y la economía. Están interrelacionados: o ganamos en todos los frentes o fracasamos en todos los frentes.”

Estas declaraciones son de un menor tenor, si se comparan con los datos del último informe elaborado por la OIT en el que advierte que con la agudización de la crisis "casi la mitad de la población activa mundial" podría llegar a perder sus medios de vida.

Haciendo referencia a los trabajos informales, el informe "El Covid-19 y el mundo del trabajo" remarca que la caída constante de las horas de trabajo a nivel mundial a causa de la pandemia, significa que 1.600 millones de personas que forman parte de la economía informal, poco menos que la mitad de la población activa mundial, corre un serio riego de ver desaparecer sus fuentes de sustento.

Los trabajadores son esenciales
El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo en la cumbre que el mundo tiene el deber especial de proteger a los millones de trabajadores de la salud que están en la primera línea de la crisis y que sufren cada vez más casos de infección y muertes.

“Juntos tenemos el deber de proteger a los que nos protegen”, agregó. Primero vimos los pedidos desesperados de los trabajadores de la salud exigiendo equipamiento de protección para poder atender a los pacientes reduciendo el riesgo de contagio. Un pedido más que acertado. Ahora en algunos países se comienza a cuestionar los bajísimos salarios que reciben los trabajadores de la primera línea, y también aquellos con trabajos considerados esenciales. Son todos debates necesarios, porque con la pandemia queda a la vista de todos que quienes ponen en marcha los engranajes de la economía son los trabajadores.

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Las perspectivas del mercado para la segunda mitad del año son “muy inciertas” y la OIT ya descarta que la recuperación prevista no sea suficiente para que el empleo vuelva a los niveles anteriores a la pandemia este año. Desde la ONU agregaron en igual sintonía que la disminución de las horas de trabajo a nivel mundial fue “significativamente peor de lo que se había estimado anteriormente” en la primera mitad del año.