Un PJ en crisis. ¿Tajaí? En Tucumán, Massa intenta que el peronismo lo acompañe hacia octubre

El lugar parece más elegido por la nostalgia de un tiempo que fue antes que por una esperanza presente. Tucumán y el “norte grande” siempre fueron una “reserva” del peronismo en sus momentos difíciles. En esa zona, fuera del centro sojero, solía ganar elecciones y hacer actos “épicos”. Ya no es así. En Tucumán, La Rioja y Salta los gobernadores ganaron fácil pero la fórmula presidencial de Unión por la Patria cayó en las PASO. En Jujuy quedó tercera cómoda. Solo se impuso en Catamarca, la única que no desdobló.

Más allá de esas realidades, Massa eligió Tucumán para relanzar la campaña de Unión por la Patria. Y quiere que sea rodeado de todo el peronismo. O por lo menos una parte. Lo que en algún momento pareció virtud, la emergencia de un superministro que “se cortaba solo”, después de la derrota del peronismo se convirtió en un defecto. Apareció solo anunciando medidas que ni siquiera luego eran aplaudidas o defendidas por sus aliados. El discurso errante de Alberto Fernández y el silencio de Cristina Kirchner se continuaron con la negativa de algunos gobernadores a pagar el bono salarial y hasta los contactos de sus amigos cegetistas con el derechista Milei.

“¿Tajaí?” preguntó el candidato uno por uno. Entre los pocos que se acercaron rápidamente estuvo Juan Grabois, impulsado por esa fe de los conversos.

Ahora Massa redefinió algo parecido a una estrategia. Primero atendió las demandas del FMI, con la devaluación. Después de darle ese mazazo al salario hizo anuncios sociales que no entusiasmaron a nadie. Más tarde vinieron nuevos favores a empresarios, desde el proyecto de reducir (aún más) las contribuciones patronales a la rebaja de retenciones a las “economías regionales”. Las medidas no enamoran, pero además no logran recomponer algo que se parezca a una mística o por lo menos volumen político para estos 50 días que faltan.

Eso es lo que intentará avanzar en Tucumán. Al menos un casillero. La foto de la unidad será el principal objetivo (además de las empanadas).

Por eso estarán varios de los gobernadores del peronismo, así como intendentes bonaerenses y de otras ciudades. Confirmaron su presencia Máximo Kirchner y Eduardo De Pedro, en medio del silencio de Cristina Kirchner. Una de las delegaciones más concurridas es la sindical. Estarán los triunviros Daer, Moyano y Acuña. También los referentes de la “mesa chica”, Entre los gremialistas confirmados figuran Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN), otros más cercanos al Moyanismo como Pablo Flores (AFIP), Cristian Jerónimo (vidrio) y Omar Plaíni (canillitas). Entre los más cercanos al kirchnerismo estará el bancario Sergio Palazzo, aunque avisó que no viaja Mario Manrique. También estarán Hugo Yasky y Roberto Baradel por la CTA de los Trabajadores.

El que dijo que “no consiguió vuelos” fue Luis Barrionuevo. Justo después de anunciar públicamente que “Milei me cae cada día mejor”. Los coqueteos de algunos sindicalistas peronistas, al que hay que agregar a Gerardo Martínez, generaron algunas rispideces. Pablo Moyano dijo “no en nuestro nombre” y juró que no iban a reformar ningún convenio (como si no estuvieran ya bastante reformados).

Según trascendió, además de la foto de la unidad y mostrar que aún no hay un desbande del peronismo, Massa quiere contar su estrategia de campaña: polarizar con Milei, “hablar del futuro en forma positiva”, anunciar medidas todas las semanas y “pelear el voto casa por casa, como era antes”. Para eso los aparatos punteriles y sindicales son claves.

Las fotos y frases de campaña no podrán ocultar el contexto en que se da el relanzamiento. La Tucumán gobernada por Manzur y Jaldo (PJ) ya supera ampliamente el 45% de pobreza urbana. Pero hay un dato mucho más doloroso: entre el segundo semestre de 2017 e igual periodo de 2022, en el Gran Tucumán la pobreza infantil se incrementó 29,78 puntos porcentuales, pasando de 30,5% de pobreza infantil a 60,2%.

Ajustando las campañas

Este viernes ya están llegando varias comitivas. El sábado habrá distintos encuentros y actos. La idea es completar toda la movida antes del domingo. Todos saben que ese día el protagonismo lo tendrá Patricia Bullrich por el descontado triunfo de Juntos en Santa Fe.

Milei, que en Tucumán fue con el facho Bussi, tendrá sus ojos puestos en Estados Unidos. Hacia allí viajaron algunos de sus voceros, que intentan convencer a los grandes bancos y empresas de que un hipotético gobierno suyo no será tan frágil como todos creen.

Los candidatos del ajuste siguen con sus roscas y discursos para endulzar al poder económico. El Frente de Izquierda Unidad arrancó la campaña de Myriam Bregman y Nicolás del Caño con su campaña “Ni cómplices ni sometidos” y prepara para la semana que viene una multitudinaria marcha de la izquierda, el sindicalismo combativo, las organizaciones sociales y centros de estudiantes, contra el FMI, el ajuste y la derecha. (LID) Por Ulises Valdez