Los economistas de Fernández insisten con el pacto social y bajos salarios

Matías Kulfas, uno de los asesores económicos del precandidato presidencial, propuso bajar la inflación congelando salarios y precios. Sostuvo que falló la política industrial durante el kirchnerismo y que habrá que renegociar con el FMI. Seguirá la esclavitud.

El economista Matías Kulfas, uno de los asesores económicos del precandidato presidencial Alberto Fernández, señaló que habrá que renegociar con el FMI, habló sobre la necesidad de un pacto social que congele salarios y precios, y cuestionó la política industrial durante el kirchnerismo. El especialista expuso en las Primeras Jornadas Financieras y Monetarias Heterodoxas en el Centro Cultural de la Cooperación.

El kirchnerismo sigue prometiendo que es posible renegociar con el Fondo, pero como reconoció otro economista cercano a Fernández, Guillermo Nielsen, “tenemos FMI para ocho años más”, ocho años de esclavitud, donde el organismo seguirá monitoreando la economía argentina, un plazo más largo que lo previsto por el Acuerdo Stand-by firmado por Cambiemos.

Sinceramente… a congelar los sueldos

Mariano Beltrami (ITE) disertó en la jornada y afirmó que "dado que no se podrá atrasar el tipo de cambio, para bajar la inflación el próximo gobierno deberá apoyarse y mucho en la coordinación de precios y salarios en un ámbito institucionalizado". Kulfas acordó y propuso disminuir la inflación con un pacto social de salarios y precios. Es decir, encorsetar salarios.

El economista hizo referencia a la propuesta que hizo Cristina Kirchner en la presentación de su libro “Sinceramente” y afirmó que "el desafío es darle contenido a ese Pacto para ir bajando los precios con un fuerte rol estatal".

La expresidenta en esa ocasión sostuvo que el modelo a seguir era el Pacto Social acordado durante los gobiernos de Cámpora y Perón en los ‘70.

Un acuerdo firmado entre el Gobierno, la CGT y la Confederación General Económica, que buscó contener a la clase trabajadora que venía a la ofensiva desde el Cordobazo del ´69. Se fijaron precios y salarios, se congelaron las paritarias por dos años y se le otorgó más poder a la burocracia sindical para el control de los sindicatos. El Pacto Social fracasó y finalizó en la crisis que fue el Rodrigazo.

Relatos que no fueron, promesas a incumplir

Por su parte, Kulfas en la presentación hizo referencia a un trabajo suyo con su equipo de la Universidad de San Martín en el que analizaron la gestión económica 2003-2015 e indicó que "lo que falló en 2003-2015 fue la política industrial".

En el mismo sentido, en una entrevista a La Izquierda Diario en 2016 el economista afirmó que “la principal falencia del kirchnerismo es que no hubo cambio estructural”.

Kulfas, en su libro “Los tres kirchnerismos” también lamenta la ausencia de políticas tendientes al “cambio estructural”. Pero no cuestiona el rol de los grandes grupos capitalistas durante esos años y cómo el kirchnerismo se acomodó a ellos.

Durante el kirchnerismo, el Estado subsidió un aparato industrial desarticulado, y no hace mención a la desinversión de las principales empresas que durante años la “juntaban con pala”.

Sobre la restricción externa, se omite que los capitalistas extranjeros y nacionales fugaron más de U$S 140 mil millones si se considera remisión de utilidades de empresas extranjeras, deudas. Además de la fuga, ser pagadores seriales de la deuda implicó una sangría de dólares que derivó en el faltante de divisas y las restricciones que rigieron desde 2012.

Kulfas criticó la ausencia de una política industrial o el manejo de la política energética, pero aceptó las principales restricciones dentro de las cuales se manejó el kirchnerismo. Para profundizar se recomienda leer la reseña a su libro en Ideas de Izquierda “Cuentas que no cierran”

A pesar del crecimiento que hubo durante el kirchnerismo con una situación económica internacional favorable y altos precios de las materias primas, Kulfas admite que no hubo cambio estructural. El próximo gobierno sin romper con el FMI sólo puede ofrecer un camino de ajuste, ya que tendrá abultados vencimientos de deuda y un escenario internacional adverso con desaceleración del crecimiento mundial. Así, el kirchnerismo ya comenzó a advertir sobre la pesada herencia M.

Seguir con el virreinato de Lagarde

En las jornadas el economista Kulfas manifestó que habrá que renegociar con el FMI una política macroeconómica consistente que permita crecer, pero advirtió que habrá condiciones y que estas serán recesivas porque son "las de siempre, aunque se ha probado que no funcionan".

En tanto, el candidato presidencial Fernández tuiteó que la titular del Fondo, Christine Lagarde tendrá que sentarse a discutir “acerca de los errores, subestimaciones y sobreestimaciones del FMI”.

Si Argentina sigue bajo el mando del FMI, no hay renegociación posible favorable a los trabajadores. El candidato presidencial puede hacerse el “duro” en las redes sociales, pero lo cierto es que el Fondo presionará por más recortes y las reformas estructurales que exige como la previsional y la laboral. Grecia, Haití, Costa Rica y la lista podría seguir muestran que los planes de "ayuda" del Fondo llevaron al desastre a los trabajadores y el pueblo pobre para garantizar las ganancias de los grandes bancos y capitalistas.

Nielsen, otro asesor de Fernández, sostuvo que el FMI es un acreedor privilegiado. El próximo Gobierno tendrá que afrontar pagos de deuda por más de U$S 40 mil millones por año. Seguir pagando la deuda implicará ajustar aún más al pueblo trabajador. No va más. Hay que invertir las prioridades. Dejar de pagar la deuda a los especuladores y que los recursos se destinen a construir hospitales, escuelas y viviendas. (LID)