Ley ómnibus. Energía: despotismo empresarial y golpe a los bolsillos del pueblo

En sintonía con su plan de guerra delineado con las medidas anunciadas por Caputo y el mega DNU, Milei vuelve a plasmar, esta vez en un proyecto de ley, las aspiraciones del gran capital dueño del país.

Setenta y un artículos incluyen las nueve secciones del Capítulo IX sobre Energía, ubicado dentro del Título III de Reorganización Económica. Otros fragmentos del proyecto hacen a la cuestión energética, tanto por la privatización de empresas como por la creación de un régimen de de incentivo a grandes inversiones. Compartimos una primer lectura.

Aumentar la renta sí, abastecimiento no

En materia de hidrocarburos, la ley incluye una serie de modificaciones en las leyes 17.319 y 26.741. El Artículo 306 de la ley ómnibus deroga el objetivo del autoabastecimiento y lo cambia explícitamente por el de "aumentar la renta" (Art. 255). Libera completamente exportaciones e importaciones (Art. 258), aunque en el caso del gas no establece cómo se reglamentarán las exportaciones. Es un incentivo para que los precios escalen a valores internacionales, pero con la particularidad de que en el país los salarios (especialmente medidos en dólares, pero también de cualquier otra forma) son bajísimos. La motosierra es contra el pueblo.

Libertad para comercializar no contemplará la conveniencia del mercado interno (Art. 6 de la ley 17.319 y Art. 1 de la ley 26.741). Se puede llegar al ridículo de que una empresa exporte hidrocarburos sin que esté garantizado el abastecimiento interno, y otra (o la misma) importe e imponga precio dólar a los usuarios.

Privatizaciones

Dentro de las empresas que pretende privatizar se destacan en el sector energético Enarsa, Nucleoeléctrica Argentina, y la más importante, YPF S.A. Nuestras críticas a YPF S.A. son conocidas. Ya hoy con el 51% estatal, actúa como una corporación más: saqueo, contaminación, flexibilización laboral, asociación con transnacionales y fuga de dólares. Pero la privatización lo único que va a hacer es potenciar estas cualidades corporativas y beneficiar a grandes empresarios que adquieran las acciones en manos del estado. Se trata de la empresa más grande del país, con inversiones destacadas en las principales cuencas. Entre los beneficiados, posiblemente se encuentre Paolo Rocca, quien ya en la actualidad, se hizo del control del directorio de la empresa, cuestión que aprovechará para posicionar a su petrolera, Tecpetrol.

A su vez, la privatización disolvería cualquier otra función que no vaya en el sentido estricto de aumentar la ganancia capitalista, como pueden ser la distribución de garrafas a través de YPF Gas, o la limitación de los aumentos de precios de naftas.

Extranjeros que sí

El proyecto de ley ómnibus habilita el arancelamiento de la educación pública para extranjeros no residentes. Pero el Artículo 300 (que deroga el Art. 51 de la Ley 17.319), habilita otorgar concesiones a personas jurídicas extranjeras. Es decir, empresas de otros países que no tengan ni una sucursal en Argentina. Al igual que lo demostró el mega DNU habilitando una mayor extranjerización de la tierra, la xenofobia es para los pobres. Los grandes empresarios que nos vengan a saquear son "extranjeros de bien".

Regalías, retenciones y divisas

Las regalías para las nuevas concesiones, que en la actualidad son de 12%, podrían ser de 15% y un adicional (X). Esa incógnita adicional (X) depende de lo que cada empresa oferte a la hora de presentarse a una licitación para obtener la concesión de un área. ¿Eso significa que las regalías serán mayores al 15%? No necesariamente. Porque el proyecto explicita que la (X) puede ser negativa. Por ejemplo: 15% + (-7%) = 8%.

En el caso de las retenciones, la ley las mantiene en los niveles actuales. Pero hay una excepción. El proyecto también crea el Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI). Y en su Anexo V, dentro de los sectores económicos incluidos, se encuentran Petróleo y Gas en particular, y Energía en general. ¿Qué beneficios establece el RIGI? Retenciones 0% y libre disponibilidad del 100% de las divisas a partir del tercer año, y tope del impuesto a las ganancias del 25%.

Milei quiere cajonear el proyecto de ley de promoción de GNL redactado por YPF a pedido de Petronas, con media sanción en diputados. Pero los beneficios del RIGI superan ampliamente los que planteaba el régimen de promoción de GNL. Por otra parte, en la ley ómnibus dejan de existir las concesiones de transporte de hidrocarburos. Serán simples autorizaciones, tanto para el transporte como para el procesamiento. Dentro de esas autorizaciones posibles, aparecen las de plantas de procesamiento de GNL.

Biocombustibles

En relación a los biocombustibles, la legislación vigente establece que las empresas que produzcan y/o destilen hidrocarburos no podrán ser titulares o tener participación en empresas y/o plantas productoras de biocombustibles. La ley ómnibus habilita a las petroleras y refinerías a producir biocombustibles. Elimina la facultad de establecer y modificar los porcentajes de mezcla obligatoria; elimina el pago de una tasa de fiscalización por parte de las empresas; elimina la obligatoriedad de las empresas que mezclan los biocombustibles de comprarlos a empresas elaboradoras autorizadas. Y, como no podía ser de otra manera, elimina la fijación de precios de los biocombustibles.

Energía eléctrica

En relación al Marco Regulatorio de la Energía Eléctrica, el proyecto plantea el libre comercio internacional. Que las empresas hagan lo que quieran. El estado no va a garantizar el abastecimiento, delega los mecanismos para garantizarlo en el mercado. Los precios los fijan las empresas.

Del negacionismo climático al capitalismo verde

Milei es negacionista del cambio climático, en tanto y en cuanto eso permita a las petroleras extraer todos los combustibles fósiles que quieran. Sin embargo, en el proyecto de ley ómnibus existe una sección dedicada a la "transición energética". ¿Por qué? Porque la alusión al cambio climático puede servir como palanca para crear nuevos negocios capitalistas, de eso se trata el "capitalismo verde". En ese sentido, el Artículo 323, faculta al Ejecutivo a establecer un mercado de derechos de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI). A través de los mercados de carbono, las empresas pueden comprar y vender sus cupos de emisión de gases, que según el proyecto, los fijaría el Ejecutivo con el criterio que quiera.

Una fiesta para las petroleras, un golpe para el bolsillo del pueblo trabajador
De aprobarse la ley ómnibus, el conjunto del capital concentrado del sector energético (petroleras, refinerías, generadoras, distribuidoras) y quienes se aprovechen del desguace de las empresas estatales o con participación accionaria del estado, tendrán mucho que festejar. Tecpetrol, CGC, Pampa Energía, PAE, Chevron, Vista, Total, Shell, Raizen, entre otras, van a saquearnos aún más de lo que ya lo hacen.

Para el pueblo trabajador, la desregulación y re-regulación, dando todo el poder a los dueños del país, llevaría a que los precios de la energía (tanto de las tarifas de luz y gas, como de las naftas) escalen a valores internacionales, dolarizados, pero con ingresos en pesos fuertemente devaluados. Será un componente central del ajuste, y un motor de la pobreza y la inflación.

La supuesta ley de la oferta y la demanda en el sector energético, es más falaz que en cualquier otro. El sector está altamente monopolizado. Si las empresas pueden fijar el precio de la energía que quieran, y exportar las proporciones que se les antoje, los usuarios y usuarias no podrán optar por otra empresa distribuidora con una tarifa más baja, por ejemplo. En todo caso, podrán optar: por no tener acceso a la energía; acceder a la energía pero destinando una mayor proporción de sus ingresos, aumentando sus niveles de pobreza; o una combinación de ambas: ser más pobres pero sin acceso a la energía.

Hay que derrotar el plan de guerra de Milei.

(LID) Por Esteban Martine