Incendios.Informe de la ONU: “El calentamiento del planeta convierte los bosques en cajas de fósforos”

Un informe de la ONU elaborado por 50 investigadores de seis continentes señala un pronóstico alarmante de no tomarse otro curso ante el calentamiento global. En el peor de los casos, si no se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero podrían aumentar un 57 % los incendios catastróficos para fines de siglo.

La iniciativa de la evaluación científica para determinar los riesgos y escenarios futuros surgió tras la seguidilla de incendios de gran magnitud que se vieron en los últimos años desde en Estados Unidos, hasta Australia y el Ártico. Las postales de extensos territorios arrasados por el fuego, poblaciones de ciudades enteras evacuadas y animales huyendo de las llamas son el motivo de debate y preocupación que atraviesa a todo el planeta.

Según el informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a la par del cambio climático, el riesgo de incendios forestales devastadores aumentará exponencialmente en las próximas décadas profundizando la “crisis global de incendios”. En esa sintonía los investigadores aseguran que “el calentamiento del planeta convierte los bosques en cajas de fósforos”.

Un total de 50 investigadores de seis continentes concluyeron que, en un escenario de calentamiento global intermedio, la probabilidad de incendios catastróficos aumentaría hasta 30% para 2050 y un 52% para fin de siglo. En el peor escenario que postulan, si no se reducen las emisiones de gases y el planeta se calienta más, el riesgo de invendios forestales podría aumentar hasta un 57% para fines de siglo. A su vez, señalan que la distribución de ese riesgo no es pareja, es probable que algunas regiones vean más actividad de fuego y otras lo sufran en menor medida.

Los investigadores determinaron que, casi con certeza, la ola de calor extremo del año pasado en el noroeste del Pacífico no habría ocurrido sin el calentamiento planetario causado por las emisiones de gases de efecto invernadero. En ese sentido también señalan una correlación entre el cambio climático con los incendios forestales de Australia y el calor extremo y los fuegos en Siberia.

En algunos lugares, los efectos del calor y la escasa lluvia pueden disminuir la cantidad de vegetación que alimenta los incendios. En otros, la baja de humedad logra que la vegetación sea más inflamable, provocando que el fuego se propague más fácilmente.

Es sobre la base de estos factores que el informe señala un panorama adverso aún si se logra limitar la emisión de gases de efecto invernadero. En las últimas décadas los fuegos se volvieron más voraces y arrasaron con superficies cada vez más grandes en lugares donde ya sucedían. Pero también, los investigadores apuntan que comenzaron a producirse fuegos descontrolados en lugares donde antes eran infrecuentes como Rusia, el norte de la India y el Tíbet. En la sabana del África subsahariana, al contrario, la actividad de los incendios disminuyó en las últimas dos décadas por la persistente sequía que acabó con los pastizales.

Se cree que el aumento de los incendios será de gran magnitud en lugares como el Ártico, según afirma Douglas I. Kelley, investigador del Centro de Ecología e Hidrología del Reino Unido que formó parte del equipo de investigación. Los confines del norte de Rusia y América del Norte se están calentando más rápido en comparación al resto del mundo. Durante los incendios del Ártico, en junio de 2020, se liberaron a la atmósfera más gases contaminantes que en cualquier otro mes de los 18 años en los que se tienen datos.

Un diagnóstico que tiene su expresión en el país, como se muestra al día de hoy en Corrientes con un 10% de su territorio arrasado por las llamas. Mostrando en su esplendor el accionar de los gobiernos en medio de la crisis climática, que responden sin destinar los recursos necesarios para prevenir y enfrentar los incendios que tienen consecuencias catastróficas, mientras permiten prácticas como las quemas de tierra en función del interés de un pequeño puñado de productores.