Foro de Davos: La contaminación comenzó a preocupar a líderes mundiales del empresariado

La máxima reunión mundial que anualmente se celebra en la ciudad suiza de Davos, donde se diseñan políticas de alta economía, este año tuvo como singular protagonista el calentamiento global y sus efectos sobre las mismas. Desde ahora, los riesgos que supone la contaminación planetaria formará parte de las agendas de los máximos líderes mundiales de la economía, que se comprometieron a buscar formas alternativas para reducir sus impactos. Por primera vez el presidente norteamericano aceptó limitar las emisiones de dióxido de carbono en los próximos quince años.

Durante el Foro Económico Mundial (FEM) que se celebró en Davos, Suiza, entre el 24 y 28 de enero último, y ante los 2400 participantes, su presidente Klaus Schwab, dispuso presentar como trabajo de agenda, además de los tradicionales debates, el calentamiento global de la atmósfera. No hubo reticencia. Al contrario, los líderes políticos y empresariales del mundo coincidieron en definir la problemática como un tema “importante para el mundo” y para la cual no hay preparación, informó la prensa internacional.
Llamativamente a la luz de estas reacciones en Davos, se puede comenzar a especular con que “finalmente”, hay una estrecha relación en el mundo de hoy, entre ecología, política y negocios, según subrayó un experto que también participó del Foro.

Durante los 17 debates que se produjeron en torno al tema ambiental, sobrevoló el documental de alto impacto que se conoció a mediados del 2006 del ex vicepresidente de los Estados Unidos, Al Gore, “Una verdad inconveniente”. Allí el político plantea la gravedad inminente del peligro, que aunque muchos dudan de su verdadera vocación por lo ambiental, nadie dejó de hablar de él y de lo que allí, catastróficamente se muestra sobre lo que se contamina en el mundo y los riesgos de muerte que nos asolan.
“Vivimos en un mundo esquizofrénico, en el que las perspectivas de la economía son muy buenas, pero al mismo tiempo persisten muchos desequilibrios y debilidades”, indicó Schwab, que entre esos aspectos negativos citó el cambio climático.
“Informe Stern”, analizado por su urgencia
El Informe Stern, que confeccionó el año pasado el gobierno británico, pide en un voluminoso documento “actuar en forma global con urgencia”. También indica iniciar un Barreto combate contra los efectos del calentamiento global del planeta para lo cual - dice - se necesitaría invertir el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI) mundial. Si ello no ocurriera, los países corren el riesgo de perder el equivalente a un 5 por ciento del PBI global al año. Los empresarios tomaron debida nota de ese detalle.

Pero además abrieron muy bien los ojos ante un tema crucial que quedó planteado en Davos: corre serio peligro la política energética ante la cada vez mayor dependencia de los países de los combustibles fósiles (petróleo, carbón) que como se sabe, son los más contaminantes. En ese sentido, no faltó - y como lo reflejó la prensa internacional- las sugerencias aportadas para desarrollar energías alternativas que “no contaminen”.
El punto máximo de debate se alcanzó cuando se conocieron detalles acerca de los efectos medioambientales en las economías y cuando se relevaron datos sobre las tensiones económicas que causó la cuestión.
La canciller de Alemania, Angela Merkel pidió por su parte explotar los aspectos positivos de la globalización, pero indicó que entre las prioridades a nivel internacional deben figurar la lucha contra el cambio climático y asegurar abastecimientos de energía.

Merkel, que también encabeza ahora la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE) y del G-8, el grupo de las principales naciones industriales del mundo, habló vigorosamente en favor de un sostenido desarrollo económico. Pero advirtió que “junto con el éxito económico aumenta la responsabilidad”. En alusión a países altamente industrializados que por sus prósperas economías suelen dijo “no permitir a otras regiones que compartan la paz y la prosperidad, y mantengan nuestro planeta vivible durante las próximas generaciones”.
La promesa de Bush
Tras negarse reiteradamente los Estados Unidos a ratificar el Protocolo de Kyoto, el presidente norteamericano George W. Bush dijo que el asunto climático “es serio” y se comprometió a recortar el consumo de petróleo en un 20 por ciento en 2017 y favorecer el uso de etanol como medida alternativa. La propuesta fue bienvenida en general, pero muchos la tomaron con cautela y otros decididamente se mostraron escépticos.
Dan Esty, director del centro Yale sobre legislación y política medioambiental dijo que “es un primer paso importante”. Pero aclaró “Creo que había mucha gente en Estados Unidos y en todo el mundo a quienes les habría gustado oír un poco más en términos de liderazgo y de poner en marcha incentivos para el cambio que nos lleven a un futuro energético diferente", dijo.

Para varios empresarios hace falta una combinación de una regulación gubernamental más avanzada, que incluya límites en las emisiones de efecto invernadero, estimular un mercado con medidas que no perjudican el medio ambiente, y un precio apropiado al carbón. Algunos de ellos argumentaron que los precios de las energías fósiles como el petróleo no reflejan en Estados Unidos sus costos medioambientales, mientras que el carbón se beneficia de subsidios.

Apenas unas horas antes, de su inesperada propuesta, 10 grandes empresas norteamericanas le habían pedido a Bush una reducción del 10 al 30 por ciento en las emisiones en los próximos 15 años. Entre ellas, General Electric, DuPont, Caterpilllar y BP América.
Expectativas abiertas
“Al poner el cambio climático al tope de la agenda de Davos en el 2007, el Foro Económico Mundial se ha concentrado en el principal desafío de nuestro tiempo”, señaló Achim Steiner, director del Programa de Defensa del Medio Ambiente de las Naciones Unidas, en su blog personal al término del encuentro cumbre.
“Es ahora el momento de actuar. Muchos de los presentes en Davos tienen el poder de actuar con decisión sobre la reducción” del efecto invernadero, le dijo a la agencia de noticias AP.

Mañana, viernes 2, se conocerán las conclusiones a las que arribará el mundo científico reunido en París, Francia, conocido como el informe CIPP, elaborado por más de 600 especialistas y editado por funcionarios de 154 países referido al futuro que espera a la Humanidad respecto del efecto invernadero sobre el clima global.
Los rumores sobre el contenido no son hasta el momento halagüeños. Se habla de que el efecto invernadero desde 1950 hasta ahora, se ha producido por el aumento desmedido de emisiones de dióxido de carbono y otros gases, y aunque eso no es nuevo, lo que sí lo es que se puede esperar aumentos considerables de temperaturas (entre 4 y 8 grados tal vez) y de los niveles de los mares. (Susana González)

Fuente: rena