Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Educación: Drama cotidiano

La crisis en Bellas Artes es sólo parte de un gran problema que poco le importa al Gobierno. Las escuelas deterioradas se esparcen por toda la provincia. Y se hace muy poco, casi nada.

11 de mayo de 2011| Por Nelson Francisco Muloni |

Juan Manuel Urtubey, el joven que iba a acabar con el autoritarismo de su antecesor a quién sirvió una docena de años, no sólo no cambió nada sino que, además, profundizó el autoritarismo, la represión, la ignominia y la desidia del poder político cuando de educación se trata.

Tuvo que aparecer un grupo de chicos de una de las escuelas más olvidadas, como es la de Bellas Artes, para que el Gobierno tomara nota de que había “un viejo proyecto” que desempolvar para crear un complejo cultural para dentro de dos años, con suerte.

Urtubey miente, a sabiendas de lo que hace. Sus funcionarios mienten más, a sabiendas de lo que hacen. El aludido proyecto estaba abandonado, dejado de lado por una serie de circunstancias, entre ellas, la gran inversión que demandaba. Es decir, jugar al aguante de los estudiantes y profesores. Estirar el hilo lo más que se pueda.

Pero no contaron con el hartazgo de los jóvenes. Y el apoyo de los padres y docentes. En una escuela cuyas paredes se desmoronan a un simple topetazo, cuyos “flamantes” baños, apenas tienen un hilillo de agua corriente, con pantallas de calefactores a punto de venirse abajo y, especialmente, un taller que debiera ser orgullo y cimiento para la creación artística, semejante a una pocilga a punto de venirse abajo, no parecía simple seguir con las actividades escolares.

Frente a la propia desvergüenza, los jóvenes impusieron el bullicio pacífico que fue rápidamente reprimido por los mastodontes policiales que suele utilizar Urtubey para acallar las protestas públicas. Peor que en el romerismo, el joven mandatario tiene esbirros mediáticos a sueldo que intentaron descalificar la protesta y responsabilizar a los estudiantes por la refriega con la policía. Estudiantes de entre 13 y 17 años que serían, en la óptica de estos comunicadores oficialistas, más peligrosos que Bin Laden.

Pero no es la Escuela de Bellas Artes el único olvido, error u omisión de este gobierno: por toda la provincia se esparcen los establecimientos que se encuentran apenas sostenidos por la buena intención de docentes, alumnos y padres. En la capital salteña, nomás, hace pocos días, los padres de alumnos de la escuela Sarmiento también se movilizaron por el estado de las aulas. La escuela Urquiza, tiene carencias edilicias por donde se la mire. Con la escuela técnica Nº 2 también hubo serios problemas de caída de mampostería y peligro con las instalaciones eléctricas. En Iruya, en los Valles, en Tartagal, en Güemes, por donde anda cualquier salteño, hay escuelas en estado más que precario. Aulas donde ya no caben los alumnos. “Ha crecido la matrícula”, afirman con hipócrita orgullo los funcionarios de Urtubey, pero sin brindar más soluciones que el jueguito mediático al que son tan afectos.

Ahora, la neurona del poder comienza a reaccionar y reconoce que existen escuelas rancho, lo que se negaba sistemáticamente por parte de las autoridades educativas. El empeño del poder, claro, es la cooptación de dirigentes de otros partidos políticos o de sindicatos que fueron opositores. La educación, apenas si está en la mira de algunos funcionarios que colocan como directores a familiares o profesionales que ni siquiera saben lo que es la docencia. Una ingeniera como directora y un maestro mayor de obras, como vice parecen una burla cruel a quienes vienen ejerciendo la docencia durante tantos años, apareciendo apenas en los cuadros de puntaje para ser borrados luego por la ambición de un gobernador desinteresado por las cuestiones más importantes de la sociedad.

Una cuadrilla de funcionarios estuvo este martes en la escuela de Bellas Artes: supervisores, secretarios de Derechos Humanos, funcionarias que toman nota y hablan sin decir nada, estudiosos que van a ver “cómo dan solución” a las demandas, más que lógicas y naturales, de los alumnos y profesores. Ninguno habló más que lo que anunció el Gobernador Supremo: Complejo Cultural.

¿Cómo sobrellevar estos años hasta que concluya esa obra? “Justamente, estamos estudiando eso”, responden tarde y titubeantes, los supervisores. No tiene respuestas. No saben qué decir. Cuidan, apenas, sus migajas. En tal deshonor viven.

La educación sigue siendo una materia pendiente de éste y de otros gobiernos anteriores. Aunque el actual se distingue por más prepotencia y mayor cinismo para incumplir con la mayor de las obligaciones: dar conocimiento.

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar