Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Argentina: el Estado a merced de ONGs y Multimedios

Pareciera extenderse tal como la niebla invernal que suele haber en estos días, una cerrada incapacidad para pensar los problemas del país y de la sociedad en marcos conceptuales que permitan hacerlos inteligibles. Una irresistible entropía pareciera conducirnos a verlo todo como a través de un tubo: enfocamos apenas un pequeño segmento de la realidad y de ese modo, es imposible comprender lo que sucede.

20 de agosto de 2007| copenoa |

Todo, por otra parte, conspira para que carezcamos de esa mirada abarcadora y para que no la recuperemos. Se nos atosiga de informaciones parceladas, no se nos da tiempo ni oportunidad de razonar, se nos estupidiza con los reality show que nos hacen vivir en permanente estado de alienación y falso vivo. Y mientras se nos discursea con los derechos humanos transformados en una ideología del desarrollismo progre, la alienación y el parcelamiento de nuestra inteligencia cobra dimensiones de catástrofe cultural.

La propiedad de los multimedios por las corporaciones y el manejo del COMFER durante años en acuerdo con los intereses de las empresas, ha producido efectos devastadores sobre la conciencia colectiva. De hecho, hoy se carece de una oposición política, ninguno de los referentes de lo que se supondría un universo de dirigentes opositores registra alguna diferencia digna de destacarse frente al tipo de modelo impuesto y seguramente bastaría un poco de cintura política y capacidad de hacer lugar en el Estado prebendario a las tribus marginadas, para que los murmullos de esa posible oposición se silencien aún más todavía. El verdadero poder que se erige frente al poder político es el poder de las corporaciones mediáticas. El cuestionamiento a una ministra y a una secretaria de Estado en días recientes, resulta contundente prueba de ello y tal como pudimos comprobar, la respuesta por parte del Gobierno aunque firme y arriesgando por el pito mucho más de lo que el pito vale, justamente porque no es el pito lo que está en juego sino quienes son los que deciden o quienes son los que van a decidir sobre el tablero del poder; la respuesta del Gobierno, repito, no escapa a las reglas impuestas por el poder de los multimedios: se responde con firmeza pero en los marcos del todo respeto por la parcelación instalada del conocimiento y del ejercicio del pensar. Seguimos en el paradigma de la fragmentación.

Como si los crímenes emblemáticos de Nora Dalmasso y de María Marta García Belsunce y las peripecias y chicanas ejercitadas por las familias en ambos juicios, motivasen también y fuesen parte de ese reality show televisivo constante que se nos propone, le sumamos ahora los descuidos de dinero extranjero por parte de la ministra de economía o las posibles relaciones premaritales del hermano de la Secretaria de ambiente humano, con alguna de las funcionarias contratadas. Y de nuevo nos extraviamos por mirar con el tubo, por mirar con ese periscopio pequeñito que nos ofrecen tanto los medios como los políticos, para que pongamos en acto la mirada pequeña, cuando estaba en nuestra memoria y en nuestro pasado, en nuestras tradiciones de lucha tanto como en el pensamiento nacional que ejercimos los argentinos durante los últimos cincuenta años, tener una mirada abarcadora, una mirada política.

Y cuál sería la mirada política en este caso, cuál la mirada que nos permitiría salir de lo pequeño para construir una propia opinión con fundamento y con historia? En el caso de Romina Picolotti, lo hemos dicho muchas, pero muchas veces, aún más todavía, lo ha dicho ella misma, ya que no tiene mayor empacho en verbalizar su ideología de funcionaria internacional de la Globalización capitalista. La visión privatizadora del Estado, propia de una ONG que vive de los organismos financieros internacionales y en estrechas relaciones con el Banco Mundial, hizo que no bien arribada a la conducción de la Secretaría Picolotti dispusiera la contratación del grueso de su ONG por incapacidad ideológica de dar un rol a la propia estructura de la Secretaría y por menosprecio absoluto del rol del Estado. Repito, de lo que se trata es del copamiento del Estado Nacional por las ONG financiadas por los organismos internacionales, por el Banco Mundial y por grupos tan espurios como AVINA. Por otra parte, no puede sorprendernos, se viene desde hace tiempo practicando sistemáticamente. De hecho Poder Ciudadano en otras áreas del Estado ha hecho exactamente lo mismo. Es el modelo de los años noventa, un modelo de fragmentación del Estado, de financiación internacional mediante los convenios de fortalecimiento institucional, fragmentación que permite la construcción de quioscos de alto poder adquisitivo dentro de un mismo ministerio en que, las políticas del Estado se convierten en “proyectos” bancados por organismos internacionales, y algunas oficinas hacen exhibición de sus recursos mientras otras carecen de lo más indispensable. No es algo que pueda sorprendernos.

Sí, nos sorprendió en cambio, que la Cancillería aceptara reconocer a Ana María Kleymeyer, la abogada del Banco Mundial y amiga norteamericana de la Secretaria de Medio ambiente, como representante argentina ante importantes encuentros de política internacional. Este reconocimiento es algo tan excepcional que, tal como lo ha hecho público el Embajador Estrada Oyuela, requirió el aval del propio Canciller Taiana y lamentablemente nuestro viejo compañero de cárcel no tuvo el menor empacho en conceder este extraordinario privilegio a la amiga norteamericana de la Secretaria Picolotti. Que ahora se discuta el monto de lo que se le pagaba nos sorprende por la estrechez de la mirada y el extravío de todo sentido de la dignidad nacional. Que al personal de la Secretaria o sus gastos se abonaran desde la Fundación ArgerINTA tampoco nos sorprende. Esa fundación es un antiguo centro de corrupción institucional y no importan en absoluto sus balances, lo que quiero expresar es que en la decisión de conformarla, estuvo la decisión de privatizar la investigación y la extensión de las tecnologías rurales que realizaba el INTA, a la vez que legalizar el aporte de las corporaciones. Es el precedente y el modo complejo en que se fue abriendo lo rural al Agronegocio, e instalando el modelo biotecnológico de monocultivos de Soja. Lo denunciamos hace más de diez años sin que ningún dirigente político importante recogiera el guante de investigar lo que decíamos, y en ese momento lo señalábamos desde dentro mismo de la Secretaría de Agricultora, Ganadería, Pesca y Alimentación, arriesgando nuestra propia estabilidad laboral.

En el Libro Estado en Construcción que escribiéramos junto al pensador Ignacio Lewkowicz, y que editamos hace ya cuatro años decíamos algunas cosas que aún vale repetir, porque no solo no han perdido vigencia, sino también porque guardan como en un rescoldo, ecos, vibraciones, memorias, de esa gran energía social, en buena medida caótica, pero siempre creativa y esperanzadora que estalló en las calles de la Argentina, espacio público por excelencia de un país en rebeldía, a finales del año 2001.

“La polémica misma en torno de la naturaleza del Estado y de los vínculos sociales que se consolidan, se anudan o se traman en el Estado, muestra que el momento que transitamos es enormemente valioso. El país es un hervidero de proyectos e ideas, como quizás no era desde hace mucho tiempo. Y el Grupo de Reflexión Rural y Lewkowicz nos encontramos en el hervidero. Precisamente por encontrarnos ahí es posible el diálogo. ¿En qué estado está el Estado? ¿Qué estado necesitamos diagnosticar que atraviesa el Estado para salir de la catástrofe? Suponiendo que el estado del Estado sea una de las claves de nuestra situación, según distintas variantes de la metáfora edilicia, el estado podía estar en proceso de reforma, en vías de destrucción, en proceso de reconstrucción, en operación de deconstrucción. Asumida la catástrofe como tal, surge el nombre de nuestro texto: Estado en construcción.

El testimonio de este diálogo intenta contribuir al debate; es decir, poner en circulación unos modos de plantearse problemas, unas preguntas específicas que nos han surgido en el encuentro. Quizás, más que poner a difundir una idea, pretendemos poner a circular una serie de preguntas. No será la primera vez que ante la carencia de respuestas, acertará el que acierte en la formulación más ajustada del campo de preguntas.

Nuestros momentos son fundamentales, o fundacionales, o de desfondamiento. Lo cierto es que transcurrimos entre dos movimientos de distinta raigambre. Por un lado, una crispación extrema de las formas consolidadas, los intereses creados, los grupos de poder, las batallas salvajes en las internas de la clase política. Por otro, el hervidero de ideas ya mencionado. Entre sí, no transcurren de modos paralelos, sino que se capturan, se desvían, se superponen, se intrigan, se divorcian, se encuentran. Cada uno de nosotros ha cambiado de ideas al compás de diversos diálogos. Tanto como decir que la asamblea general, si bien no existe en la escala del país, existe en la dispersión múltiple de grupos, personas, cabezas e ideas en el estado de asamblea, es decir, de disponibilidad y de producción.

Queremos creer, pero también pensamos, que estamos en los albores de otro pensamiento; y que estos albores de otro pensamiento no implican sólo otras ideas sino también la construcción de otra “cabeza” –si se puede hablar así– capaz de producir ideas. Estar en los albores de este otro pensamiento significa estar construyendo con ideas en asamblea, la cabeza para pensar esas ideas –y también otras–. Ese otro pensamiento tiene en cuenta zonas oscuras, o que no han estado integradas en el pensamiento oficial, a izquierda y a derecha, del país de lo social y de lo humano. Estamos ante la posibilidad de romper con una linealidad determinista y empobrecedora en los modos de pensar el país y la realidad social”.

Estas reflexiones continúan siendo un desafío, una tarea pendiente. Continuamos estando en los albores de otro pensamiento y en la construcción de otra cabeza para pensar pensamientos nuevos y lamentablemente, continuamos estando luego de cuatro años, “ante la posibilidad de romper con una linealidad determinista y empobrecedora en los modos de pensar el país y la realidad social”. Que estas reflexiones aporten entonces, para dejar de mirar la realidad a través de un tubo y atrevernos a “pensar” el país que tuvimos y que continuamos queriendo volver a tener.

Fuente: www.grr.org.ar

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar