Para evitar el legítimo reclamo obrero, ha prohibido la afiliación al sindicato de la rama y ha despedido a los compañeros que han hecho uso de este derecho a la sindicalización.
La Patronal de Alberdi mantiene un estado de terror permanente a sus trabajadores. Los despidos injustificados son cosa común. Así callan la voz de los que ponen en cuestión las condiciones de trabajo precarias, la falta de insumos de seguridad y el incumplimiento de la escala salarial. Para acabar con este (…)