Estamos celebrando la fiesta litúrgica más importante de nuestra fe, la Semana Santa. Hacemos memoria de Jesús, fiel a Dios y fiel a sus hermanos y hermanas hasta el extremo de dar la vida. Una vida que le fue arrancada violentamente por el poder político con complicidad de la élite religiosa de su pueblo. Esa fidelidad nos marca un camino, nos deja huellas para nuestra propia historia. Hoy como ayer hay crucificadores y crucificados, dadores y quitadores de vida. Y la Pascua nos ilumina desde (...)