Pero esta lluvia de recursos públicos, a la que se debe agregar ahora la que corresponda a la revista Veintitrés, no cambia las políticas del grupo Crónica. La persecución y las prácticas antisindicales continúan en la redacción y en el taller gráfico de Pompeya. Allí trabajan los compañeros y delegados de Crónica y BAE que resisten la precarización y la multitarea que el grupo Olmos logró imponer en la nueva redacción de Combate de los Pozos, con el traspaso a la nueva empresa Aconcagua de (…)