Clarín lo tituló mejor que nadie. “Educada para sonreír”, fue la frase con la que el diario presentó a la esposa de Mauricio Macri. Juliana Awada, la empresaria textil de prestigiosas marcas acusadas de tercerizar en talleres clandestinos, es descripta con las banalidades de una mujer de su clase. Nadie esperaría otra cosa de Juliana Awada y tampoco de Clarín. Del mismo modo que nadie esperaría que un Macri defienda los derechos de las mujeres, nos trate como pares o no redunde en los (…)