Rosario de la Frontera: un muerto, casas incendiadas y batalla campal

Una pelea entre grupos enfrentados en el barrio Santa Ana (conocida como El Bajo) terminó con un joven asesinado a puñaladas, disturbios en el hospital y al menos dos viviendas incendiadas de forma intencional. La Policía y los Bomberos tuvieron que intervenir en distintos frentes ante una escalada de violencia sin control.

El domingo por la tarde, Rosario de la Frontera vivió una de las jornadas más violentas de los últimos tiempos. Una pelea entre familias enfrentadas en la zona conocida como El Bajo, a pocas cuadras de calle Avellaneda, derivó en una escalada de violencia que terminó con un joven asesinado a puñaladas, disturbios dentro del hospital y al menos dos casas prendidas fuego.

Todo comenzó con un enfrentamiento en plena vía pública entre varios sujetos, algunos de los cuales portaban armas blancas y, según testigos, incluso armas de fuego. Un joven herido gravemente fue trasladado de urgencia al Hospital Melchora Figueroa de Cornejo, donde murió poco después debido a la gravedad de las heridas.

La situación se desbordó rápidamente. Al conocerse el fallecimiento, familiares y allegados del joven protagonizaron incidentes dentro del hospital, obligando a la intervención inmediata de efectivos de Infantería para restablecer el orden en medio del caos. Según confirmaron fuentes policiales, también había otros heridos que escaparon del lugar cuando arribó la Policía.

Pero la violencia no se detuvo ahí. En paralelo, al menos dos viviendas fueron incendiadas de forma intencional en el barrio Santa Ana, donde residía la víctima. Los Bomberos Voluntarios de Rosario de la Frontera trabajaron en la extinción de los focos ígneos, pero mientras combatían el primero, les avisaron que otra casa estaba siendo atacada a pocas cuadras, obligándolos a dividir los recursos para evitar nuevas pérdidas.

El jefe del cuartel de Bomberos, Luis Museda, confirmó que hubo dos domicilios con pérdidas totales producto del fuego y aseguró que ambos siniestros fueron provocados de manera deliberada, en un contexto de venganza y represalias cruzadas entre familias.

La zona continúa bajo custodia policial, a la espera de un informe oficial de las autoridades judiciales. Mientras tanto, los vecinos permanecen en alerta por el temor a nuevos brotes de violencia. Las causas del enfrentamiento inicial todavía no fueron aclaradas, pero todo indica que se trata de viejos conflictos entre clanes barriales que volvieron a explotar de manera trágica. (tribuno)