Golpe al bolsillo. En abril vuelven a aumentar los combustibles más de 4% y ya acumulan 50 % desde que asumió Milei

El aumento está previsto desde febrero cuando el Gobierno comenzó a descongelar los impuestos a los combustibles y las petroleras los trasladan a precios. Sobre este aumento las empresas también aplicarían un ajuste, acorde a la devaluación mensual, para asegurar sus ganancias. Desde que asumió Milei la nafta ya acumula un alza del 50%.

Desde el 1 de abril se vuelven a incrementar los precios de los combustibles. El aumento se debe a la entrada en vigencia de una nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que según decidió el Gobierno nacional, deben ajustarse mensualmente hasta ponerse al día. El objetivo del descongelamiento del impuesto es obtener una recaudación anual cercana a los 3.000 millones de dólares o 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB), el equivalente al 10% del ajuste fiscal que se comprometió Milei con el FMI.

Sobre este aumento además las petroleras harían un incremento extra para compensar la devaluación mensual del peso contra el dólar (+2% en el tipo de cambio oficial). Este incremento es el cuarto del año (uno por mes). Desde que asumió Milei aumentó un 50%, el 10 de diciembre el precio del litro de nafta súper en la Ciudad costaba $553, mientras que con el alza del 4% llegará al menos a $833, y la premium rompería el techo de los $1000 ubicándose en $1020.

Este nuevo aumento, pone presión a la inflación de abril, ya que impacta en los demás bienes y servicios debido al costo de transporte. Los precios promedio subieron 71% acumulado desde diciembre a febrero, deteriorando los ingresos de los sectores más vulnerables.

La situación convive además con un fuerte caída de la demanda, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, un 16% promedio a nivel nacional entre diciembre y febrero y en las versiones premium un 23%, debido al desplazamiento a los combustibles de menor calidad.

El plan del gobierno es liberar completamente el mercado de importaciones y exportaciones de hidrocarburos, sin tener en cuenta el impacto interno. Un incentivo para que los precios escalen a valores internacionales, pero con la particularidad de que en el país los salarios (especialmente medidos en dólares, pero también de cualquier otra forma) son bajísimos. La motosierra es contra el pueblo. (LID)