Cordero y Aquino copiaron y pegaron un texto equivocado e hicieron un papelón judicial

Con los plazos vencidos, la secretaría de Trabajo se niega a reconocer la conducción del Sindicato de Feriantes. Se trata de una organización que aspira a representar cientos de miles de trabajadores, muchos de ellos hoy informales.

Se sospecha del manejo omnipresente de «Coty» Nosiglia. Para dilatar, Cordero hizo una presentación judicial, pero en el escrito hace alusión a otro gremio. Papelón y negocios.
El 14 de abril, apenas 3 días después de que haya vencido la Certificación Provisoria de Autoridades que reconoció la legitimidad de la conducción del Sindicato Único de Trabajadores de Ferias de la República Argentina (SUTFRA) que lidera Mariana Berbeglia, la Secretaría de Trabajo hizo una presentación ante la justicia. Fue un Recurso Extraordinario con el que buscó empujar al gremio a la acefalía.

El escrito del área de Julio Cordero, que se presume se hizo a las apuradas, ni siquiera hace referencia al SUTFRA. De hecho en el propio cuerpo de la presentación se habla de la Asociación de Profesionales de Salud Pública del Partido de La Matanza. Es más, argumenta respecto de un pedido de personería gremial, algo que no está en debate. Un papelón que, señalan, se debería a copie y pegue con el objetivo de dilatar la resolución.

«La certificación provisoria que teníamos se venció después de que nos salió la sentencia definitiva que nos reconocía como autoridades. No hay, ni hubo, razones para que no nos la entreguen», le dijo Berbeglia a InfoGremiales que apuntó al rol de los funcionarios, especialmente el de Claudio Aquino, el Director Nacional de Asociaciones Sindicales (DNAS), como ejecutores necesarios de la maniobra.

La certificación de autoridades es mucho más que un papel o un reconocimiento formal. Su demora puede generar problemas para el manejo de recursos de la organización, demorar el pago a sus empleados y a sus proveedores. Toda una forma de desestabilizar desde la propia institución ministerial.

Pero la interpretación apunta, incluso, más arriba: «Estamos frente a una mafia. Nosotros estamos haciendo un laburo de inclusión de la gente y no nos quieren dejar avanzar». La sospecha, no explicitada por Berbeglia, es que buscarían quedarse con la organización para potenciar negocios ilícitos o para amañar negocios vinculados a la salud.

Allí es donde aparecen algunos nombres clave: desde Oscar Bruno, el promotor de la denuncia en la que se basa la cartera de Capital Humano y funcionario del municipio de Lomas de Zamora, hasta Enrique «Coty» Nosiglia, padrino de varios de los actuales funcionarios nacionales devenidos en libertarios y un hombre de peso en el área de Salud.

«Tengo miedo porque Oscar Bruno y German Macari vinieron al sindicato y nos amenazaron», sostuvo Berbeglia. El temor es fundado, se trata de un gremio que tuvo en el pasado varios escándalos de dirigentes buscados o condenados por la Justicia por diferentes delitos.

La gestión Berbeglia asegura que afilió unos 100 mil feriantes que hasta el momento estaban en la informalidad absoluta. Mediante la app Waya les ofrece la chance de acceder a servicios de salud, gestionar pagos, inscribirse como monotributista, recibir descuentos en farmacias, atención médica y participar de actividades turísticas, entre otros beneficios.

El universo es todavía mayor, allí es donde aparece el apetito de muchos por quedarse con negocios vinculados al gremio. «Nuestra intención es darles inclusión. En tiempos donde nadie le da nada, nosotros los ayudamos a resolver sus problemas», plantea Berbeglia y cierra: «Dicen basta de casta, pero lo casta está bien presente en el sindicalismo y en el medio de cada ministerio». (Infogremiales)