Consecuencias del ajuste.Aumento retroactivo a monotributistas: una estafa que va entre los $ 3.400 y $ 26.000

La AFIP demoró casi seis meses en actualizar el monto a pagar por cada categoría del monotributo y pretende hacer pagar el costo a uno de los sectores más afectados por la crisis. Muchos de ellos son trabajadores precarizados que no llegan a fin de mes y ahora deben hacer frente a una deuda por más que hayan abonado lo correspondiente a tiempo.

En enero de todos los años el Estado oficializaba las nuevas escalas del monotributo y cuánto es lo que se debe pagar en cada una de ellas, en línea con la inflación el aumento en 2021 fue de 35,3 %, pero recién fue definido en junio. El Gobierno en vez de hacerse cargo de este atraso, determinó que la actualización sea retroactiva, imponiéndole una deuda de entre $ 3.400 y $ 26.000 a todos los monotributistas dependiendo de su categoría.

La medida afecta sobre todo a los casi 1,7 millones, según los datos de marzo del Ministerio de Trabajo, que dependen sólo de su trabajo como monotributista para sobrevivir (en total se habla de más de 3 millones inscriptos al monotributo y algunos afirman que llegan a los 4 millones). Debido al aumento del empleo precario, la necesidad de salir a ganarse la vida por cuenta propia y la caída de los puestos laborales en el sector privado, son cada vez más los que se encuentran en esta situación. En marzo del 2021 los asalariados del sector privado disminuyeron 1,5 % (-92,7 mil) en comparación con el mismo mes del 2020 y en ese periodo se registró una expansión del régimen de monotributo en 3,3% (+52,6 mil personas).

Como explicó la diputada del Frente de Izquierda, Myriam Bregman: “En Argentina hay una serie de normas que comenzaron en la dictadura, se profundizaron en el menemismo y que nadie tocó, más allá de algún artículo, que hacen que haya muchísimo trabajo tercerizado, precarizado. Entre esos el monotributo. Es el propio estado el que toma en esas condiciones, hay trabajadoras docentes monotributistas.”

Los monotributistas vienen siendo de los sectores más golpeados en los últimos años. Los trabajadores de la Junta Interna de ATE Indec calcularon que un trabajador precarizado por la vía del monotributo que en abril cobró $ 31.440 de bolsillo ha perdido la suma de $ 369.194 en 40 meses, debido a la inflación; más de diez sueldos. Explican esto se debe a que “a la pérdida del poder adquisitivo general, se le debe sumar la no percepción de medios aguinaldos, presentismo y las exiguas sumas fijas que el gobierno otorga como paliativo”.

Este sector, además, es uno de los sectores más afectados por la crisis en curso, según los últimos datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), a fin del 2020, los cuentapropistas alcanzados por la pobreza llegaron a ser el 40,9 % (a fin de 2019 llega al 37,1 %). Pese a las restricciones y las medidas del gobierno que limitó las posibilidades de trabajar de la mayoría de ellos, casi no recibieron ninguna ayuda del Estado en todo este año.

Poniendo por delante el objetivo de cumplir con el ajuste para buscar la aprobación del FMI, el Gobierno no duda en atacar a los monotributistas para aumentar la recaudación. Una medida mínima como suspender el cobro del impuesto a las categorías bajas no está ni en análisis, mucho menos otorgarles un IFE de $ 40.000 para poder enfrentar las urgencias de la crisis. La falta de empleos registrados es un problema estructural que requiere soluciones de fondo, opuestas a la orientación del Frente de Todos que en los hechos avanza en hacerle pagar la crisis a los trabajadores y sus familias. (LID) Por Matías Hof