Pobreza.La inflación siguió alta en abril y los alimentos ni hablar

En estos días se conocerá el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Las consultoras estiman que estará arriba del 3,5. Con ese número las proyecciones anuales siguen arriba del 40%, muy por encima del “índice Guzmán”.

La inflación no afloja. Marzo fue del 4,8 por ciento, febrero había sido del 3,6 y en enero del 4 por ciento.

¿Cuánto dan las proyecciones privadas?

La mayoría ubica un aumento del IPC en torno al 3,5% o 4%.

Ecolatina proyectó un número del 3,9 %.

Consumidores Libres opina que se acercará al 4 % también.

En el caso del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que realiza el Banco Central en base a las distintas consultoras, el alza de precios sería del 3,4 %, aunque tomando muchos números de marzo.

Con estos pronósticos, el primer cuatrimestre cerrará con una inflación del 16%. Esos valores hacen pensar que la meta del Gobierno fijada en 29% para todo 2021 no es nada más que un “sueño”, o una maniobra para intentar fijar techos salariales. De hecho, varias de las paritarias que se cerraron, en cuotas, ya perdieron con la inflación sufrida en lo que va del año.

Una de las mayores preocupaciones son los alimentos. Según difundió El Economista, “la consultora LCG, que mide semana a semana la evolución de precios de 8.000 alimentos y bebidas de 5 supermercados, la variación de abril acumuló, para ese segmento, una variación de 4,4% en las últimas 4 semanas”. Los principales aumentos fueron en lácteos, huevos y carnes.

Consumidores Libres, dirigida por Héctor Polino, relevó el precio de los 21 productos de la llamada “canasta básica de alimentos”. Estos mostraron un aumento de 4,7% y un acumulado de 18,55% en los cuatro meses de 2021.

El gobierno sigue hablando de “los formadores de precios”, entre ellos las alimenticias, pero las agroexportadoras y grandes cadenas siguen imponiendo los precios a su gusto. O bastante al menos.

Mientras tanto, otros estudios reflejan no solo el aumento de la pobreza sino cómo las familias han dejado de consumir determinados alimentos desde que comenzó la pandemia, por una cuestión económica. (LID)