Greta Thunberg: “La crisis climática y ecológica no puede resolverse sin cambiar el sistema”

La activista sueca publicó un video antes de la Cumbre de Ambición Climática, a la que no asistió. "Perdemos el tiempo", sostuvo, y lanzó su campaña #FightFor1Point5.

Con un video de casi tres minutos, plagado de imágenes impactantes y un potente mensaje ante la crisis climática y ecológica global, Greta Thunberg alertó una vez más que la falta de acciones concretas para contrarrestarla hace que sigamos “acelerando en la dirección incorrecta”. A cinco años del Acuerdo de París, la referente de Fridays for Future les habló a los millones que fueron parte de las masivas movilizaciones climáticas desde 2019: “La crisis climática y ecológica no puede resolverse sin un cambio de sistema”.

Mientras teje, la sueca hace un repaso a cinco años del acuerdo climático celebrado en la COP21 en París y afirma que las promesas de los líderes mundiales de mantener el aumento de la temperatura promedio global muy por debajo de los 2 ºC e incluso intentar alcanzar el límite de 1.5 ºC no solo no fueron cumplidas, sino que “la brecha entre lo que necesitamos hacer y lo que realmente se está haciendo se amplía a cada minuto”.

Como sostiene la Organización Meteorológica Mundial, esos cinco años fueron los más calurosos de los que se tenga registro. “Durante ese tiempo el mundo emitió más de 200 gigatones de CO2”, amplió Greta. Pese al escenario de catástrofe acelerada, las acciones concretas y urgentes siguen sin ser parte del panorama.

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El video de Greta llegó un día antes de la Cumbre de Ambición Climática que se realizó este sábado 12 en forma virtual, por lo que ofició como respuesta para lo que allí sucedió. Es un dato sobresaliente que no haya participado de una cumbre virtual, cuando en 2019 llegó a viajar tres semanas en un barco desde Suecia para asistir a un encuentro climático en Estados Unidos. “Se hacen compromisos, se establecen objetivos hipotéticos distantes y se dan grandes discursos. Sin embargo, en lo que refiere a la acción inmediata que necesitamos todavía estamos en un estado de completa negación”, describió Greta, en una suerte de vaticinio de lo que efectivamente ocurrió, con las promesas de reducir emisiones hacia 2030 y 2050 por parte de mandatarios de los Estados más contaminantes del mundo.

“Perdemos nuestro tiempo creando nuevas lagunas con palabras vacías y contabilidad creativa”, cuestionó contra las metas abstractas y lejanas en ausencia de las medidas rápidas y sin precedentes que se necesitan. Al ritmo actual de emisiones, dice Greta, el presupuesto de carbono que queda para el objetivo de 1.5 ºC desaparecerá completamente en siete años, es decir, antes de que se puedan cumplir los planes para 2030 o 2050.

Greta concluye, a partir de los datos de la ciencia, que la imposibilidad de resolver la crisis ecológica y climática mundial sin cambiar el sistema que la produjo, sostiene y agudiza ya no es más una opinión. “Es un hecho”, afirma mirando a cámara. Mientras la ciencia da cuenta de que el tiempo se agota, líderes de cerca de ochenta países hablaron mucho de lo que van a hacer y hasta chicanearon al negacionista Donald Trump (que retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París), pero no mostraron grandes avances en el combate a la crisis climática.

La reducción en un 7 % de las emisiones de carbono en 2020 a causa de la menor circulación por la pandemia no basta para alcanzar las metas de “cero neto”, un balance entre los gases de efecto invernadero que se emiten y los que se capturan de la atmósfera para evitar su concentración excesiva.

Sin mencionar al capitalismo, la referente de Fridays for Future describió un sistema que distanció a la humanidad de la naturaleza y maltrató al planeta “viviendo como si no hubiera mañana”. Añadió que “la crisis climática es solo una parte de una crisis mayor de sustentabilidad”.

Con este video, Greta lanzó la campaña #FightFor1Point5, ya que, pese a que el escenario pueda parecer desolador, “nosotros somos la esperanza. Nosotros, el pueblo”. En su concepción, se trata en gran medida de apuntar a que la gente tome conciencia de la situación, algo obstaculizado por la aparición secundaria del tema en los medios masivos y en las agendas políticas. “No podemos resolver una crisis sin tratarla como tal ni podemos tratar algo como crisis a menos que entendamos la emergencia”, dice categórica.

Esta cumbre encontró a Greta, que llamó a votar por Biden contra Trump y supo estrechar la mano de Barack Obama y otros responsables de la emergencia ambiental, del otro lado, expresando un claro rechazo a la seguidilla de formalidades y declaraciones de buenas intenciones. El movimiento que inspiró con sus “huelgas por el clima” frente al Parlamento sueco en 2018, abandonando la escuela, creció tanto que en gran medida la excede y sumó a pueblos originarios, científicos, sectores de la clase obrera, artistas y jóvenes, que en distintas manifestaciones a nivel mundial acusaron por este desastre directamente a las corporaciones y centros del poder político.

“Unámonos y difundamos la conciencia”, llamó Greta como antesala para poder actuar decididamente en defensa del planeta que habitamos. Ese imperativo impone como necesaria la aparición de la clase obrera, organizada con sus métodos, para liderar una poderosa alianza social surgida al calor de la lucha contra la catástrofe climática, sanitaria, económica y social que se proponga superar el sistema capitalista, que destruye el planeta y a quienes lo habitamos, y reorganizar la sociedad (y la vida misma) sobre otras bases. (LID)