Trump eligió comenzar su presidencia con un discurso con un claro tono demagógico, que mantuvo la línea de los realizados durante su campaña, sin referirse específicamente a ninguna de sus promesas ni cómo lograrlas.
Hablándole directamente a su base electoral, muchos de ellos los llamados “perdedores de la globalización” que vieron como su calidad de vida se arruinó en las últimas décadas, Trump empezó atacando al estáblishment político.
Luego de saludar a los expresidentes presentes y de dar las (...)