Si hay algo que esta noche Mauricio Macri va a hacer con una sonrisa de oreja a oreja, es brindar. Seguramente lo hará por su hija, por la prosperidad de su familia (el clan que tantas riquezas -y varias causas judiciales- le propició) y por la felicidad de toda la gente de su clase.
Pero entre copa y copa bien frappé el Presidente seguramente brindará también por la querida y nunca bien ponderada gobernabilidad. Esa que costó sostener en todo 2016 y la que costará probablemente más en 2017, (...)