Unicef: el 59% de los hogares perciben menos ingresos y se redujo el consumo de alimentos

Unicef realizó una encuesta que mide el impacto social y económico en el país durante la cuarentena. Los resultados hablan solos: el 59% de los hogares perciben menos ingresos y un 28 % de ellos consume menos alimentos. En los barrios populares la situación es peor, 1 de cada 2 familias tienen privaciones nutricionales, siendo los niños y niñas los más afectados.

Durante el mediodía del miércoles Alberto Fernández recibió en Olivos a la representante de Unicef en el país, Luisa Brumana con el fin de conocer antes de su publicación, los resultados de una encuesta sobre el impacto social durante la pandemia.

La “Encuesta de Percepción y Actitudes de la Población. Impacto de la pandemia y las medidas adoptadas por el gobierno sobre la vida cotidiana de niñas, niños y adolescentes”, fue realizada entre el 8 y 15 de abril.

El relevamiento que tiene representación a nivel nacional y regional de todos los hogares con niños, niñas y adolescentes de Argentina señala que en el 59% de los hogares del país perciben menos ingresos y el en 31% redujo por esta causa la compra de alimentos.

Esta porción de los hogares que tuvieron reducción de ingresos equivale a 3,6 millones de viviendas relevadas en las que habitan 15 millones de personas, afirma Unicef. El porcentaje aumenta al 62% en la Provincia de Buenos Aires, al 70% entre los perceptores de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y al 75% cuando son familias numerosas. La pérdida de empleos promedio en el país es del 7% y llega al 10% en provincias del Noroeste Argentino (NEA), sostiene el organismo.

Otro dato relevante del sondeo realizado por Unicef es la aceptación de la cuarentena como medida sanitaria para evitar el contagio de coronavirus que alcanza al 96,2 %.

La situación empeora en los sectores más vulnerables, Unicef sostiene que en los barrios populares las privaciones nutricionales afectan a cinco de cada 10 familias. Y comprueba que un 11% de las familias que viven en villas o asentamientos no cuentan con insumos de protección , limpieza y desinfección suficientes, principalmente lavandina, alcohol en gel o común, barbijos y jabón.

Los datos que se desprenden del informe confirman la realidad en la que viven millones de personas en condiciones vulnerables. Sobre ellos recaen con mayor dureza los efectos de la pandemia y de las medidas implementadas como a cuarentena obligatoria. Por las condiciones de hacinamiento y de viviendas inadecuadas que atentan con las condiciones de higiene básicas para combatir una pandemia de este estilo, como el acceso a agua potable, como en el conurbano bonaerense. Pero también porque a raíz de la cuarentena muchos se quedaron sin ingresos, siendo condenados al hambre.

Niños y niñas pobres, los más afectados
“Los hogares más pobres son los que más sufren el impacto socio económico de la pandemia, en múltiples dimensiones”, afirmó Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina, y alertó que los efectos secundarios del COVID-19, como la pérdida de ingresos, la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a internet y computadoras para continuar con la educación a distancia, afectan a los chicos y las chicas más vulnerables, que son las “víctimas ocultas del coronavirus”.

“Los hogares más pobres son los que más sufren el impacto socio económico de la pandemia, en múltiples dimensiones”, afirmó Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina, y alertó que los efectos secundarios del COVID-19, como la pérdida de ingresos, la inseguridad alimentaria, la falta de acceso a internet y computadoras para continuar con la educación a distancia, afectan a los chicos y las chicas más vulnerables, que son las “víctimas ocultas del coronavirus”.

La encuesta de Unicef pone sobre la mesa la gran desigualdad social que prima en el país. Y se permite tener una mirada benevolente respecto a las medidas de contención social aplicadas por el Gobierno. “En este contexto, los programas de transferencia directa son fundamentales y si bien no alcanzan a cubrir todas las necesidades, alivianan la situación de muchas familias”, continuó Brumana y señaló que el 84% de los hogares afirmó “no tener inconvenientes para acceder a las prestaciones”. El 21,8% de las personas adultas encuestadas recibió el “ingreso de emergencia”, el 27,8% el bono para la AUH y el 19% la Tarjeta Alimentar y otros apoyos alimentarios.

Pero en el marco de una crisis sanitaria y social sin precedentes a nivel mundial, que en el país ya cuenta con despidos, suspensiones y 12 millones de personas que solicitaron el acceso del Ingreso Familiar de Emergencia, no se puede ir con liviandades. Los recursos destinados a contener las necesidades sociales son más que insuficientes ya que ninguna familia puede alimentarse con $ 10.000 por mes. Se condena a los sectores vulnerables al hambre, pero bajo la cuarentena destinaron USD 250 millones a pagar la deuda odiosa.

Los más de 3.000.000 de personas (un total de 800.000 familias) habitan en villas o asentamientos informales, según el Relevamiento Nacional de Barrios Populares de 2018, también están expuestos a altos niveles de contagio por las condiciones de hacinamiento. Es urgente movilizar todos los recursos disponibles para evitar que la catástrofe social se agudice y siga golpeando a los trabajadores y sectores vulnerables. Los recursos están si se aplica un impuesto alas grandes fortunas, a los evasores, a la banca privada y a las empresas que obtuvieron enormes ganancias en los últimos años. Lo que esta de fondo son medidas de emergencias que inviertan las prioridades, afectando las ganancias de los capitalistas. (LID)