Salta | | Estado del Tiempo
| Usuarios Acceso a Usuarios
| RSS Suscripción a RSS

Simples palabras

Soy parte de la generación que se hizo radical aprendiendo aquel rezo laico del Preámbulo, formándome con el discurso de Parque Norte y su apelación permanente a la construcción de sujetos democráticos, a partir de una democracia participativa, la ética de la solidaridad y la modernización con justicia social.

27 de agosto de 2009| Matías Assennato |

Soy parte de una generación de radicales que sueña con emular a los hombres y mujeres que defendieron la Democracia. Soy parte de una generación que aprendió a los golpes que el menemismo era en verdad neoliberalismo, y así luchamos contra éste, contra todas sus caras y caretas. Soy parte de una generación que aún tiene las manos raídas por la cal y el ferrite por pintar consignas en las paredes siguiendo el lema de Alfonsín “no sigan hombres sigan ideas”.

Por eso entiendo a la política como el arte de lo imposible “porque si fuera solo el arte de lo posible seria el arte de la resignación”; como la posibilidad de convertir las utopías en realidades porque “las utopías de hoy son las realidades de mañana”; con su componente ético de luchar primero por los que menos tienen.

Soy un joven que se enamoro del radicalismo por Alfonsín, porque el despertó mis sueños de un país mejor porque estoy orgulloso de lo que se consiguió pero se que aún queda mucho por conseguir, siendo la utopía mi camino, porque solo aquellos que tienen utopías poseen la convicción de que solo luchando por lo imposible se puede lograr lo posible, porque parafraseando al Quijote de Cervantes, los sueños sin luchas en sueños quedan, y las luchas sin sueños no valen la pena ser dadas.

Soy un joven parte de una generación que aun quiere demostrar que seguimos esa larga marcha que emprendimos allá por 1889 retomando ese espíritu de unidad en la lucha de aquellos que se juntaron en el Jardín Florida; la determinación de esos que con sus brazos en alto se levantaron en la revolución del ‘90 ‘93 y 1905, la proyección de futuro de aquellos que agitaron la bandera morada en la reforma del ‘18 para terminar con el privilegio. La combatividad de los que resistieron la dictadura de Uriburu y Justo con las armas de la crítica y la crítica de las armas; la lucidez y perseverancia de los que en los años del peronismo pagaron con la cárcel el demostrar que éramos el partido de la libertad pero también el de la igualdad; la rebeldía de esos que articulando con otras expresiones del campo popular apostaron a una línea política de masas y acompañaron el grito heroico del Cordobazo y el intento de conformar un movimiento obrero mas democrático y progresista junto a Agustín Tosco; la prepotencia de trabajo y el proyecto colectivo de los que de punta a punta del país armaron Renovación y Cambio y llevaron a Raúl Alfonsín a la presidencia casi sin darse cuenta que ponían el primer ladrillo de la construcción democrática.

Hoy por todo esto creo firmemente que debo alzar la voz, ante todos aquellos que critican a una juventud que no se permite desviarse del camino, a todos aquellos que nos critican por no apoyar a los candidatos “del partido”.

El conflicto es muy grande, por un lado queremos ver a nuestro partido crecer y volver a ser lo que alguna vez de la mano de Yrigoyen, Illia o de Alfonsín fueron, pero hoy en plena formación como dejar de lado el idealismo y volverse pragmático, como darle importancia a una elección por sobre 118 años de vida, como hacemos para dejar de lado aquello que supo decirnos Alfonsín "sigan ideas", si nuestra idea es la Democracia, la cultura cívica, como dejar de lado aquello que llevamos como insignia "que se pierdan mil gobiernos pero se salven los principios", NO PODEMOS, NO QUEREMOS,... seguramente el tiempo, y estamos seguros, nos dará la razón, porque estamos convencidos de que nuestra lucha es por la Democracia que es también igualdad y libertad, contra aquellos que desde afuera o desde adentro quieren impedirla, y por eso NOS TIENEN MIEDO y por eso evitaron las internas, pero nosotros no queremos otra cosa más que guiarnos por PRINCIPIOS, por IDEAS, y estamos convencidos de ellas, por eso respetamos la posición de todos aquellos que inocentemente nos critican y lamentamos que aún existan dirigentes moral y éticamente frágiles que prefieren ser mediocres candidatos a ser buenos políticos. Creemos que debemos luchar por eso que pensamos, la historia nos juzgara seguramente, pero nuestra conciencia estará tranquila por saber que hicimos lo que nuestro corazón nos indica como correcto.

Lamento mucho que se use el legado de Alfonsín por conseguir unos votos, me duele mucho ver en que están convirtiendo a la política en aquello contra lo que combatimos, privilegio, entreguismo, corrupción, negociados, traiciones y se que esta batalla será larga, pero se que no importan los obstáculos que se alcen en el camino. Porque mi sueño es el mismo que veo en los ojos de mis jóvenes correligionarios, es el mismo que veo en la mirada de los jóvenes con los que hablo, es un sueño de esperanza, por eso se que podrán callar una vos, con su política de terror, de intimidación por amenazas, pero nada parará las voces de millones de personas que piden la oportunidad de un cambio.

Soy un joven radical, parte de una generación que combatirá a esta dirigencia prebendaría que pretende desnaturalizar el mensaje y el sentido político de la existencia de la U.C.R. E sos dirigentes movidos por la insaciable vocación de ocupar espacios de poder a los que son incapaces de acceder a través de la legitimidad social, fraguaron mecanismos institucionales para impedir las internas, por temor a la decisión de los afiliados e independientes y en consecuencia llevaron al partido a un contubernio contra natura. Por eso lucharemos y venceremos porque nuestra misión esta movida por nuestro corazón y no por el bolsillo como le pasa a ellos.

A todos esos radicales que no se resignan y resisten para que la UCR no desaparezca, les doy mi palabra de que luchare, de que lucharemos por defender eso que hace a la esencia radical, los valores, los principios.

Hoy mi partido guiado por hombres y no por ideas perdió su contenido, un contenido que es la ideología. Y en ese sentido, creo que se ha bastardeado mucho este término, basándose en el pragmatismo salvaje. Olvidando que la ideología no es ni un punto de llegada ni uno de partida, sino más bien un proceso, un camino, un horizonte. Ese horizonte que conlleva la Socialdemocracia, que es la síntesis del liberalismo político con la justicia social por lo que los radicales debemos militar.

Alfonsín nos dejó un legado colectivo que tiene que ver con la democracia y el respeto como valor, en un país donde nos pasamos siglos eliminando físicamente las ideas, nos dejó el legado de lo que es la militancia política como hecho de la vida cotidiana, constante, apasionada, y eso nos impulsa a seguir, porque guiados por ideas y no por hombres podremos construir la Nación con una DEMOCRACIA lo más perfecta posible…ese es nuestro sueño, como el de aquellos jóvenes hace 118 años, un sueño que continua…y por el que luchamos. Por eso esta generación de jóvenes estamos convocados a recuperar una concepción de la acción política fundada en el dialogo (no en simples discursos), en la discusión (constructiva) y en el aporte de libres ideas para alcanzar el bienestar común, porque así, y solo así, podremos recuperar la política como construcción colectiva, que se imponga a los individualismos y los liderazgos coyunturales que solo convierte a este arte de lo imposible, en el camino de los privilegios y los acuerdos espurios.

Publicidad
Publicite aqui
Publicite Aqui

Datos de Contacto:
Cel: 3874152946
E-mail: redaccion@copenoa.com.ar

Libros: Orden, Represión y Muerte

Orden, Represión y muerte

Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

Portada | General | Politica | Policial | D.D.H.H. | Cultura | País | América Latina | Mundo | Pueblos Originarios

Copyright 2001 - 2010 - Todos los derechos Reservados - copenoa.com.ar