Ridículo: el Gobierno habla de un “plan sistemático de escraches”

Por segunda vez en una semana, el presidente fue abucheado. ¿“Minorías organizadas” o descontento social?

“Hay que trabajar sábados y domingos. Y hacerlo de una forma más flexible”. Eso decía hace dos semanas Mauricio Macri, en un acto de Casa de Gobierno. Sin embargo, en 16 meses de gestión, ya se ha tomado 64 días de vacaciones.

Tandil fue el lugar elegido para la última de sus “escapadas”. Esta vez, su usual descanso no fue tan ameno. Cuando salía de una iglesia junto a su hija Antonia, fue increpado por manifestantes que llevaban carteles de protesta y a favor de los docentes.

Es la segunda vez que el presidente es abordado en un breve lapso. Hace exactamente una semana, mientras visitaba un centro de evacuados en Tucumán por las inundaciones, recibió un fuerte abucheo por parte de los vecinos.

La respuesta de Cambiemos fue inmediata. El mandatario sostuvo que no iba a “resignar al contacto con la gente por estas minorías organizadas”. Y Gabriela Michetti insistió en esta idea. “Necesitamos que la gente sienta que somos personas comunes y corrientes, no podés distanciarte de la gente”, declaró la vicepresidenta.

Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, también planteó que quieren “aislar” a Macri. Además, aseveró que “los que escrachan son fascistas” y forman parte de un “plan sistemático”. Por su parte, Pablo Avelluto (de la cartera de Cultura) refirió a “sectores que fantasean con una ruptura institucional”.

A pesar del discurso oficial, es innegable que existe un descontento social que recorre el país y que excede los dos abucheos recientes que sufrió Macri. Los reclamos se multiplicaron durante el mes pasado –con siete multitudinarias movilizaciones- y paralizaron el país este 6 de abril en un contundente paro nacional. Las represiones, los ataques a los docentes y el ajuste, suman a una bronca que no sólo pertenece a una “minoría organizada” -como pretende mostrar el gobierno-.

Pese que los funcionarios quieran ocultarlo, el malestar existe. Y se expresa en las calles.