Reforma tributaria proempresaria: rige la rebaja de las contribuciones patronales

Desde ayer están vigentes las ventajas que la ley le ofrece a las empresas, podrán reducir las contribuciones de nuevas contrataciones. Millones para las patronales y desfinanciamiento de la Anses.

La disminución de las contribuciones patronales fue un regalo millonario para los empresarios que concedió el Gobierno. Los beneficios que se incluyeron en la reforma tributaria aprobada a fines del año pasado rigen desde ayer para las nuevas contrataciones de personal, así como también para los salarios devengados desde febrero pasado inclusive.

Con esta medida el gobierno transfiere progresivamente aproximadamente $ 150 mil millones hacia el año 2022 a las patronales. La reducción de las contribuciones patronales originalmente estaba incluida en el proyecto de reforma laboral, pero cuando se congeló la propuesta por el malestar social el Gobierno trasladó la medida hacia la reforma tributaria.

La norma profundizará el desfinanciamiento de la Anses, además de la eliminación de un parte del Impuesto a las Ganancias que se le saca a los fondos de la Seguridad Social por el pacto fiscal del Gobierno nacional y los gobernadores.
Puntos claves
Se establece un mínimo no imponible (MNI) para las contribuciones patronales a la seguridad social que aumentará progresivamente desde los 2.400 pesos en 2018 hasta alcanzar los 12.000 pesos en 2022, más la actualización a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec.
Por los salarios brutos superiores a 12.000 pesos, las empresas sólo abonarán las contribuciones por el monto que exceda el MNI.
Disminución gradual de la alícuota de contribuciones patronales que termina unificándose en el 19,5 % hacia 2022. Esta alícuota única reemplazará a las anteriores disposiciones que rondaban entre el 17 % y 21 %, dependiendo de la actividad y la región en que actúa el empleador.
Si se analiza el MNI, la alícuota de contribuciones patronales que efectivamente abonarán las empresas caerá del 17,8 % actual hasta algo más del 10 % hacia 2022.
Se eliminan las reducciones por zona geográfica y el tope máximo gradualmente a los aportes personales a la seguridad social. En la actualidad en 82.000 pesos.
El falso argumento de crear empleo

Cambiemos justificó el beneficio para los empresarios con el argumento que la medida incentivaría la creación de empleo y promovería el blanqueo de trabajadores no registrados. Por cierto, aumentó el empleo no registrado alcanzó al 34,2 % en el cuarto trimestre de 2017, según datos del Indec.

La justificación de Cambiemos para reducir las contribuciones patronales ya fracasó. Durante los noventa, la desocupación aumentó desde el 9,6 % al 11,5 % entre 1993 y 1994, año del primer impacto de la disminución de las contribuciones patronales. En 2001, la desocupación trepó al 17,4 %. El empleo no registrado pasó de 31,3 % en 1993 al 38,3 % en 2001. Se demostró que no aumentó el empleo y la informalidad se incrementó. Los empresarios embolsaron sus ganancias gracias a la medida del menemismo.

Hernán Letcher del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicó en Página 12 que por la reducción de las contribuciones patronales de 1994 el Estado dejó de recaudar 47.939 millones de pesos. Al actualizar el monto por la inflación al año 2005, la cifra acumulada no ingresada a la Seguridad Social se aproximaría a los 80.000 millones de pesos. De ese total, en 2005 más de la mitad pertenecía al sistema jubilatorio, y lo restante se distribuía entre asignaciones familiares, Fondo Nacional de Empleo, PAMI y Obras Sociales, según datos de la Secretaría de Seguridad Social.

La actual medida golpeará sobre los recursos de la Anses. Una situación grave cuando el financiamiento del conjunto de la Seguridad social (sistema previsional, PAMI) es de emergencia. La Reparación Histórica, la reforma tributaria y el blanqueo que buscará el Gobierno impulsar en el Congreso agudizarán su deterioro. (LID)
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