LEY ANTIDESPIDOS: Macri, el vetador serial

Ayer el presidente no hizo más que retomar una práctica que fue una constante cuando ocupó el cargo de jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

“Tengo abstinencia de veto” comentan que fue el chiste que hizo Macri a sus asesores más cercanos cuando se acercaba el momento de la votación de la ley antidespidos en la Cámara de Diputados de la nación. Pero como toda broma tenía una cuota, y bastante importante, de realidad.

Durante los años de gestión en la Ciudad de Buenos Aires, Macri se ganó el apodo de Capitán Veto. Ayer ese apodo se convirtió en tendencia dentro de la red social Twitter, minutos después de que hiciera el anuncio del veto a la norma sancionada por amplia mayoría en las cámaras legislativas.

En ocho años de gobierno del PRO, Macri vetó casi la mitad de las leyes vetadas en toda la historia de la CABA desde que se constituyó como distrito con administración propia.

Sobre un total de 271 leyes vetadas en la historia de la Ciudad de Buenos Aires, el actual presidente vetó 130. De esta forma, prácticamente iguala la suma de sus cuatro antecesores: Fernando De la Rúa, Enrique Olivera, Aníbal Ibarra y Jorge Telerman.

Todas estas normas vetadas eran favorables a sectores del pueblo trabajador y, en general, afectaban el interés de sectores empresarios.

Un ejemplo ampliamente conocido es el de la ley 2.566/07 que creaba un laboratorio estatal para la producción de medicamentos que fueran de escaso interés comercial o imprescindibles para atender los problemas de salud de los sectores más desprotegidos. El mismo estaba destinado a proveer a los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires.

Sin embargo la ley se vetó por sostenerse que el Gobierno de la Ciudad carecía de los “recursos específicos para ser destinados al desarrollo del laboratorio en cuestión”. O sea, la decisión de vetar se estableció sobre una clara decisión política de asignación de recursos del Estado.

En el mismo sentido otro hecho recordado –en particular por quienes viajan en auto- fue cuando vetó la ley que dictaba un máximo de 3 minutos de espera en los peajes, beneficiando así a las empresas concesionarias.

Pero el gobierno del PRO no solo se encargó de garantizar negociados de empresarios, sino que también llevó el mecanismo del veto a otros terrenos. Entre los ejemplos más brutales, frenó una ley que creaba un fondo para localizar y restituir a menores secuestrados y nacidos en cautiverio; la creación de una oficina contra la trata de personas; y una ley que priorizaba la inserción laboral de jóvenes egresados de comunidades terapéuticas. Repudiable por donde se lo mire.

Pero uno de los hechos más cuestionados fue su decisión de vetar la regulación del procedimiento para llevar a cabo los abortos no punibles en la Ciudad. El hecho fue tan escandaloso que la Justicia lo declaró inconstitucional.

Así, Macri empezó a hacer a nivel nacional algo en lo que ya tiene mucha experiencia a escala local. El apodo de Capitán Veto no le queda mal.