Gómez Centurión: un carapintada al directorio del Banco Nación

Este martes se conoció su renuncia a la Aduana. En el Banco Nación se retiran tres directores ligados a Carlos Melconian.

El renunciante y ahora ex titular de la Aduana Juan José Gómez Centurión asumirá como vicepresidente del Banco de la Nación Argentina, en el marco de una reformulación del directorio que inició su presidente, Javier González Fraga.

Considerado un hombre de directa confianza del presidente Mauricio Macri, Gómez Centurión llegará a la silla de la conducción del banco mas importante de la Argentina que dirige un economista de origen radical.

El ahora vicepresidente del Banco Nación tiene como antecedente haber participado en las asonadas militares del año 1987, como parte del grupo conocido como Los Carapintadas.

A principio de año Gómez Centurión había recibido un amplio repudio por sus declaraciones negacionistas del genocidio de la dictadura: "Y no fueron 30.000. No es lo mismo 8.000 verdades que 22.000 mentiras", afirmó.

Sus declaraciones despertaron un amplio rechazo, que fue mucho más allá de las organizaciones de derechos humanos. Hasta funcionarios del oficialismo tuvieron que diferenciarse y manifestaron que la opinión del excarapintada no era la postura del Gobierno.

El funcionario será reemplazado en la Aduana por Diego Dávila, a partir del 1º de noviembre, decisión que fue confirmada por el presidente Mauricio Macri en una reunión que mantuvo con Centurión en la Casa Rosada.

González Fraga arrancó la semana post electoral pidiendo la renuncia de tres directores que venían de la gestión del anterior presidente y economista del PRO, Carlos Melconian.

Abandonan el directorio del Nación el vicepresidente primero, Enrique Vaquié, también radical y ex ministro de Economía de Mendoza, el vice segundo, Luis Ribaya, ex Banco Galicia, y Alejandro Henke.

Henke pase probablemente al Ministerio de Finanzas, debido a la buena relación que tiene con el ministro Luis Caputo.

Gómez Centurión presentó graves problemas de salud a partir de una complicación de una apendicitis durante la gestión que llevó adelante en la Aduana, donde no tuvo una relación fluida con el jefe de la misma Alberto Abad, de origen peronista.

Había realizado una denuncia contra la gestión kirchnerista en el organismo aduanero por maniobras de exportaciones truchas para permitir el cobro de dólares en el marco del cepo, y por vinculaciones con la denominada Mafia de los Containers.

Luego fue apartado temporalmente del cargo (posteriormente restituido) a partir de una denuncia anónima, por una supuesta maniobra de corrupción que había recibido la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. (LID)