Ganancias: Macri aseguró que confía en los gobernadores y trató a Massa de “impostor”

La derrota política del Gobierno, tras la votación del proyecto opositor, aún retumba en las filas del Cambiemos. Macri apuntó contra Massa: “Cuando uno es un impostor, sale a la luz”.

El relax del retiro espiritual de Cambiemos duró poco y nada. El mal trago de la última sesión en Diputados, golpeó duro en el oficialismo y los efectos todavía duran. En medio de un futuro económico incierto y debilitado políticamente, Mauricio Macri volvió a tomarse un nuevo “descanso” en Alta Gracia.

Sin embargo, desde el relax de las sierras cordobesas el presidente volvió a referirse al tema que en los últimos días le quita el sueño. "Quieren engañar a los argentinos con banderas demagógicas", aseguró y cargó en especial contra el líder del Frente Renovador a quien trató de asimilar con el kirchnerismo.

"Son los que gobernaron los últimos 20 años” dijo enojado y repasó:"Estaban el jefe de Gabinete de Cristina, Sergio Massa, el ministro de Economía (Axel) Kicillof, el responsable del ANSeS (Diego) Bossio y el gobernador de los Kirchner en la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, diciendo que se querían ocupar de la gente, cuando durante 12 años ellos no tocaron el mínimo no imponible. Nadie les puede creer. Tuvieron el ciclón más grande de la historia a su favor, para que el país pudiera crecer y el resultado fue que profundizaron la pobreza. Por eso digo basta de mentir".

Sin embargo, la catarsis presidencial no culminó ahí y el jefe de Cambiemos se despachó contra la “ingratitud” de su ex amigo Massa: "Yo lo llevé a Davos a Massa, diciendo ’este señor aprendió’, y miren con la que salió", disparó y fue más allá. "Es joven y puede aprender. Puede aprender que el ser confiable es muy importante. Eso es lo que tienen que entender Massa y los nuevos dirigentes. Argentina ya tuvo muchas décadas de gente que manipuló y trató de disfrazar las cosas. Y a la larga cuando uno es un impostor, sale a la luz".

La visible ofuscación de Macri debe entenderse por dos motivos cruciales: por un lado recibe un duro golpe a fin de año, en medio de una situación de crisis económica y debilidad política, por parte de uno de sus principales aliados durante todo el año legislativo como lo fue Sergio Massa y el Frente Renovador. Por el otro, el oficialismo reconoce que la pelea electoral ya empezó y el primer round lo ubica con varios magullones y sin terminar de acomodarse todavía en el cuadrilátero. En medio de esta situación apuesta todas sus fichas a que sean los gobernadores quienes intercedan para volcar el Senado a su favor, como ya lo han hecho cuando acordaron el pago de la deuda a los fondos buitres.

Mientras tanto, la demoagogia del acuerdo opositor copó todos los flashes y las cámaras de televisión haciendo mella sobre un tema sensible y una de las principales promesas de campaña incumplidas por el macrismo. (LID)