FUERZAS ARMADAS: Enviando 500 efectivos a Formosa, Macri pone en marcha el decreto sobre las FF. AA.

Son integrantes de la Fuerza Aérea y el Ejército serán movilizados a Formosa. El plan contempla además el despliegue de entre 4.000 y 5.000 militares a las provincias de Salta y Misiones a futuro.

A una semana de los anuncios, finalmente, el gobierno puso en funcionamiento el plan que amplía las atribuciones de las Fuerzas Armadas. Este martes se publicó en el Boletín Oficial el segundo decreto que establece esas modificaciones.

La primera medida que ya anunció el Ministerio de Defensa es el despliegue de 500 militares que serán enviados hacia la provincia de Formosa.

Según la información que se conoce, el plan que se desarrollará implica además el envío de entre 4.000 y 5.000 militares a las provincias de Salta y Misiones en una próxima etapa.

El plan que le otorga nuevas facultades a las fuerzas militares comenzará formalmente este 1º de agosto. De conjunto apunta a la creación de una “fuerza de despliegue rápida”, de 10.000 militares para movilizarse por todo el territorio nacional.

Desde el gobierno han repetido hasta el cansancio que el despliegue militar únicamente ofrecerá “apoyo logístico” a la Gendarmería o la Prefectura y que no “violarán la ley de seguridad interior”. Sin embargo, en el marco del ajuste en curso, es evidente que ese crecimiento del rol represivo está atado a la cuestión de enfrentar la resistencia social.

El discurso sobre la “lucha contra el narcotráfico” o la agresión por parte “grupos terroristas” implican un mismo discurso calcado del gobierno de los Estados Unidos, que utilizó estos argumentos para intervenir países latinoamericanos, reformar a los Ejércitos de distintos países para que sirvan mejor a sus intereses estratégicos en la región, cuando no directamente invadir países a lo largo del mundo.

Hoy por hoy todavía el gobierno no puede desplegar abiertamente a los militares para que puedan ejercer más efectivamente el control interno, ya que aún el descrédito en amplias capas de la población hacia el ejército imposibilita esta opción.

Pero el gobierno, a partir de mostrar a las fuerzas armadas “defendiendo” patrimonio nacional, quiere, sin prisa pero sin pausa, empezar a normalizar la idea del ejército en la vida pública del país.

El acuerdo con el FMI traerá más ajuste contra los trabajadores, más hambre y miseria para los sectores más explotados. El plan económico no va a pasar sin represión, para esto el gobierno necesita tener a disposición todos los recursos represivos del Estado.

No se trata de “soberanía”; “proteger intereses nacionales” o “combatir el narcotráfico”. Lo que pretende el gobierno es volcar toda su fuerza contra los trabajadores y el pueblo cuando resistan el ajuste. (LID)