Entre enero y octubre los salarios perdieron 5,5 % de poder de compra

Es por la diferencia entre los aumentos registrados por los salarios y la inflación acumulada en los primeros 10 meses del año.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos dio a conocer ayer el Índice de Salarios para el mes de octubre, que informa la evolución de las remuneraciones en pesos para el sector privado (formal e informal) y público.

De acuerdo a lo dado a conocer por el organismo, en octubre los salarios del sector privado registrado aumentaron 3,8 %, mientras que los del sector público tuvieron un incremento de 3 %. Por su parte, los del sector privado no registrado (quienes reciben el sueldo "en negro") tuvieron un aumento de 2,1 % en el décimo mes del año.

De esta forma, solo quienes se encuentran en el sector privado formal le ganaron al aumento de precios en octubre, que fue de 3,2 %.

En los primeros 10 meses del año, fueron quienes se encuentran en la informalidad quienes sufrieron la pérdida de poder adquisitivo. El salario real es aquí 10 % menor que en diciembre de 2018. Los trabajadores del sector privado, en cambio, tuvieron un moderado repunte (de 3 %), que fue algo menor para los salarios del sector público (2 %). Es probable que esta foto se vea modificada en los últimos meses del año, que continuaron con una aceleración inflacionaria, al mismo tiempo que se cortaron las pocas medidas paliativas que Mauricio Macri dispuso después de las primarias, entre las que se incluyó un incremento del salario de bolsillo por una reducción temporaria de los aportes a la seguridad social.

Los estragos producidos durante el gobierno de Macri en materia salarial son notables: el poder adquisitivo retrocede 21,1 % respecto de octubre de 2015 en el sector público, y 16,7 en el sector privado.

Bien lejos de la canasta básica

Por estos días circuló la versión de que el gobierno podría disponer, por decreto, aumentos de los salarios de alrededor de $ 6.000, como suma fija a cuenta de las paritarias. Esto significaría un incremento de 27 % para el salario de $ 22.000 que gana la mitad de quienes tienen un empleo remunerado.

Se trata de una suma que estaría lejos de recuperar la pérdida de poder de compra durante los años de Macri, porque buena parte del aumento será rápidamente devorado por la inflación, que pocos proyectan por debajo de 40 % para el año próximo.

De esta forma, la mitad de la fuerza de trabajo remunerada sólo gana lo suficiente para vivir los primeros 12 días del mes, según se deduce de la canasta de consumos mínimos estimada por ATE Indec: “Un Hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijos (de 6 y 9 años) necesitó, en septiembre de 2019, $55.386,24.- para satisfacer sus necesidades. Este valor se compone de $17.820,43.- necesarios para adquirir una Canasta alimentaria mínima y de $ 37.565,81.- para acceder a otros bienes y servicios básicos”, explican su último informe.

Cuando se considera el ingreso conjunto de los hogares (que a veces comprende la suma de dos salarios si ambos conyugues están empleados) la situación no cambia significativamente: el 50 % de los hogares percibía menos de $ 31 mil en el segundo trimestre, que actualizados a septiembre serían unos $ 34 mil.

A pesar de este panorama, Alberto Fernández salió ayer a advertir contra los aumentos salariales "desmedidos", como si en realidad no estuvieran todos los burócratas sindicales actuando hace meses con una parsimonia que no se condice con el destrozo del poder de compra de los salarios. Lo de "poner plata en el bolsillo de la gente" va quedando cada vez más desdibujado. Solo los acreedores de la deuda siguen viendo cómo se llenan sus bolsillos en cada vencimiento, mientras esperan una renegociación de los títulos que también les permita hacer muy buenos negocios. (LID)