El juez Lijo imputó a Gómez Centurión y ordenó secuestrar pruebas en su contra

A pedido del fiscal Guillermo Marijuan, el juez de la causa imputó y llamó a indagatoria al desplazado titular de la Aduana y también a su “informante”, el empresario Barreiro Laborda.

Este lunes siguieron las novedades en una de las causas que más inquietan al Gobierno de Mauricio Macri. Después de haber desplazado al Director de la Aduana el último viernes, ayer el juez de la causa Ariel Lijo pidió que se secuestren las grabaciones de las cámaras del shopping Buenos Aires Design, que sería el lugar en donde se habría realizado el pago de las coimas entre Juan José Gómez Centurión y Carlos “Cuki” Barreiro Laborda, ex dueño de la empresa de alarmas y recuperadora de autos robados Lo Jack, y hasta el momento “informante” del titular de la Aduana.

Ayer por la mañana el ex combatiente de Malvinas presentó a sus dos abogados Alejandro Pérez Chada y Hugo Wortman Jofre y declaró sentirse “respaldado por el gobierno”. Chada fue el abogado de Macri en la causa de las escuchas ilegales y de la ex UCEP.

Ambos imputados están acusados de ser parte de un negocio de contrabando de contenedores en el puerto de Buenos Aires y el aeropuerto de Ezeiza, y fueron denunciados sorpresivamente la semana pasada por el mismo ministerio de Seguridad y un abogado. Gómez Centurión fue separado de su cargo “momentaneamente hasta que se resuelva su situación” según afirmó el ministro del Interior Rogelio Frigerio.

“Si se comprueba que no hubo delito será repuesto en su cargo” declaró el alto funcionario en una entrevista radial.

La mano de obra desocupada de la SIDE

En distintas entrevistas brindadas a medios de todo tipo, el excarapintada rechazó las acusaciones y vinculó a agentes de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) con su imputación: “Acá hay viejos sectores de la SIDE que hicieron de Ezeiza la cuna del contrabando y el narcotráfico. Yo sabía que me iba a enfrentar a las mafias más estructurales en materia de delito, que están enquistadas en los organismos del Estado y operan desde adentro hacia afuera” declaró en un programa de televisión el domingo por la noche. A su vez aseguró que hay gente “vinculada a Stiuso” detrás de estas denuncias.

Las escuchas llegadas de manera “anónima” al Ministerio de Seguridad serían parte de este ataque desde algún sector del organismo de inteligencia, afirma Gómez Centurión.

En este marco, no resulta un detalle que el abogado denunciante Maximiliano Rusconi es quien hasta hace un tiempo defendió a Diego Lagomarsino, quien le dio el arma a Nisman horas antes de que apareciera muerto y a quien también se vincula con los servicios de inteligencia.

Por último, Gómez Centurión afirmó que “molesté a mucha gente con muchos intereses de muchos años. Afecté a muchos intereses, pero el cable de 220 que pisé fue el vínculo del fenómeno de la efedrina, tanto de los depósitos fiscales como de Ezeiza".

Al parecer esta bomba recién empieza a explotar y pretende llevarse varios heridos en el oficialismo como también del anterior Gobierno. Los servicios de inteligencia son utilizados por todos los gobiernos pero también tienen juego propio, al igual que la Justicia, y ambos tienen personal proveniente desde la última dictadura y que ningún presidente desde 1983 a la fecha quiso ni se atrevió a tocar.

El principal problema qua perece tener Macri es la denuncia que hace Gómez Centurión sobre lo que hay detrás de esta causa, los servicios de inteligencia y en especial Silvia Majdalani. Ahí se encuentra la encrucijada para el líder de cambiemos ya que según sus allegados designó al empresario de futbolistas Gustavo Arribas y a la amiga de Larcher, Majdalani, como “su gente de confianza”.