Con dos décadas de atraso, el grupo Macri presentó balances contables de sus empresas

Desde el último semestre del año pasado hasta ahora el Grupo Socma presentó a la Inspección General de Justicia (IGJ) los balances de al menos seis sociedades que no tenían libros contables desde hace casi veinte años.

En los 90, década de privatizaciones, desempleo y el hundimiento de la industria nacional, Socma tuvo su apogeo y llegó a facturar 4000 millones de dólares anuales, convirtiéndose en el mayor empleador privado del país, incluyendo numerosos negocios con el Estado por obras y servicios. En la actualidad, su principal negocio es la venta de autos de la marca Chery. En su capital accionario conviven hermanos, hijos y sobrinos de Mauricio Macri.

Muchas de esas empresas no tuvieron sus balances presentados en tiempo y forma. Ahora, según informa La Nación, se avanza en el camino de presentar los mismos con una demora que orilla las dos décadas.

El año pasado una investigación de Chequeado.com mostró que ocho de las 12 compañías que aparecían en la declaración jurada de Mauricio Macri no habían presentado sus balances, entre empresas de Socma y otras firmas del grupo.

Las tres últimas compañías fueron creadas en el años 2000 para encarar negocios en el sector alimentario, pero no se mantuvieron activas. Socma contrató un contador para regularizar la situación. Allí aparecieron otras dos firmas que tampoco habían presentado balances: Flour American y Meat American. Finalmente, estas ultimas dos empresas presentaron 16 balances respectivamente, durante el año pasado y este, después de casi dos décadas.

Socma también debió regularizar la situación de Macri Investment Group, una compañía que sigue activa, ya que los registros de la IGJ a septiembre pasado mostraban incumplimientos de varios años.

La realidad es que estas "faltas" no se hallan tan lejos de los negocios offshore a los que el grupo de la familia Macri apareció vinculado. A través de las investigaciones de los Panama Papers y, recientemente, los Paradise Papers se reveló que funcionarios de todo tinte y color, y en especial los de Cambiemos, son grandes evasores del fisco.

Mientras en la Argentina ajustan sobre las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras con una contrarreforma laboral, y hacen gala en las elecciones con la bandera de la anticorrupción, ellos tienen cuentas offshore en paraísos fiscales, para evadir impuestos y fugar capitales. (LID)