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Comienza este lunes el juicio oral al ex remisero que mato a su familia

Procesado por los delitos de homicidio reiterado agravado por el vínculo, alevosía y ensañamiento; tentativa de homicidio calificado por el vínculo; amenazas
reiteradas, coacción, lesiones y violación de domicilio, el ex remisero José Alberto Yapura (43 años)- quien se encuentra preso en el penal de Villa Las Rosas- será
juzgado en audiencias orales y públicas que se desarrollarán entre el 7 y 17 de este mes a partir de las 8.30 en la Cámara Tercera en lo Criminal de Salta.

6 de agosto de 2006| copenoa |

El tribunal estará integrado por jueces Alberto Fleming, Roberto Lezcano y Antonio Morosini. El imputado Yapura será asistido por la Defensora Oficial. La acusación
estará a cargo de la Fiscal Josefina David de Herrera y los abogados Roberto Elio Gareca y Rubén Oscar Juárez actuarán como parte querellante en representación de la
familia Alderete.

Los hechos

En la madrugada del 28 de agosto de 2004, Yapura asesinó a puñaladas a su esposa Rosana Alderete (36 años) y a dos de sus hijos, Rocío Noelia, y José Nahuel,de 8
y 5 años, respectivamente. También dejó gravemente herida a su mayor, Emilse Vanina, de 11 años, quien a pesar de salvar su vida quedó con graves secuelas
psicofísicas. Luego de cometida la masacre familiar, el imputado se autolesionó con el arma homicida, sin que las heridas provocadas representaran riesgos para su
vida.

Según la acusación fiscal, luego de una discusión en la vivienda, Yapura encerró a su esposa en el dormitorio matrimonial e inmediatamente le anunció que iba a
apuñalar a los niños. Inmediatamente concretó su designio, a pesar de los desgarradores gritos y llanto de éstos y de Lla madre para que no les hiciera daño.
El más pequeño, aparentemente, estaba dormido o adormilado cuando recibió las puñaladas.

Gravemente herida, la niña sobreviviente pudo escapar. En su huida chocó con un poste, quedando tumbada en el jardín de la casa. Yapura no pudo consumar el crimen
debido a que no divisó a la pequeña en razón de la oscuridad existente. A los pocos minutos fue socorrida por vecinos y por los médicos que pudieron sacarla de la
situación de peligro a la que la había sometido su padre al atacarla varias veces con un cuchilo de l7 cms. de largo.

“El fin perseguido y obtenido”

“El fin perseguido y obtenido” - señala el requerimiento de la fiscal Emma Puente - fue la muerte de su esposa e hijos, atacándolos sin darles la menor posibilidad de
defensa y realizando maniobras intencionalmente aprovechadas para cometer el delito.

Actuó sobre seguro, aprovechando el estado de indefensión propia de los niños; y sin peligro para él”.

“Del resultado de las autopsias, se tiene que Yapura actúo con ensañamiento,provocando innecesarios padecimientos a través de múltiples heridas en diversas partes de sus cuerpos”, añade la representante del Ministerio Público.

Destaca la fiscal que “atento a los diferentes hechos de violencia que la Sra. Alderete había denunciado, se advierte que la relación de pareja de ambos se
encontraba desgastada por la violencia doméstica sufrida en la privacidad del hogar”.

“En tal marco -subraya la represente del Ministerio Público- se infiere que los hechos denunciados existieron y que Yapura efectivamente anunció un mal grave,
futuro, posible e injusto en contra de la integridad física de la denunciante, la cual atemorizada recurrió por ante la autoridad policial. Lo ocurrido a posterior,
es decir la muerte de la mujer por su marido, revela que el amedrentamiento de la mujer era real”.

Argumentos defensivos (subt.)

José Alberto Yapura -poseedor de rasgos obsesivos, paranoides, celotípicos, sádicos e incapaz de controlar sus impulsos, según las pericias psicológicas realizadas-
argumentó que perdió el control cuando estaba discutiendo con su esposa. Reconoció
que mató a sus esposa e hijos, pero adujo no recordar nada más del hecho. Se acuerda que se autolesionó, pero no como agredió a sus hijos”.Según el abogado querellante Roberto Elio Gareca, “los dichos del imputado pretenden hacer creer la existencia de causal de inimputabilidad a través del denominado estado de emoción violenta que impide comprender la criminalidad del acto
o dirigir sus acciones^”

“Pero, durante el juicio oral quedará demostrado que se trata de un argumento defensivo sin sustento: Yapura será condenado con el máximo de las penas previstas
en el Código Penal, porque sabía y quería hacer lo que hizo, tal como cinco veces lo denunciara la Sra. Rosana Alderete ante la Policía y ante la Justicia ”, finalizó el
letrado.

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Diario de la criminalización de la protesta social en Salta - Marco Diaz Muñoz

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