COIMAS Y CORRUPCIÓN: Aldo Roggio, otro “arrepentido” del #CuadernoGate que no deja de hacer negocios

Finalmente Claudio Bonadio aceptó que el empresario quede bajo la figura de “imputado colaborador”. Para conseguir ese favor del juez, Roggio siguió el consejo que hasta La Nación le había dado: “hablar sobre transporte”.

Luego de tres visitas a Comodoro Py, finalmente ayer a la tarde Aldo Roggio salió del juzgado de Claudio Bonadio convertido en el noveno arrepentido en la causa de los “cuadernos de la corrupción”.

La figura legal que se investiga es asociación ilícita. Y ya resulta bastante sospechoso que, luego de las declaraciones de Carlos Wagner (extitular de la Cámara Argentina de la Construcción y otro de los “arrepentidos”) acerca del circuito de coimas que se pagaban en la obra pública desde 2004, involucrando a Iecsa en épocas en que era propiedad del Grupo Macri, ni el fiscal Carlos Stornelli ni el propio Bonadio hayan llamado todavía a declarar a ningún miembro del clan empresarial del Presidente.

El empresario Aldo Roggio es dueño de la constructora que lleva su apellido, de Cliba (encargada de la recolección de residuos en la Ciudad de Buenos Aires) y de Metrovías, la empresa concesionaria de subtes. Además opera el Ferrocarril Urquiza.

Este miércoles, sin apelar a la excusa de aportes para la campaña kirchnerista y aceptando la “sugerencia” que el diario mitrista le diera solapadamente en forma de título catástrofe en su portada de la tarde, Roggio admitió el pago de coimas que, según los trascendidos, iban para la ex Secretaría de Transporte.

Vale recordar que esa secretaría estuvo al mando de Ricardo Jaime entre 2003 y 2009, siendo su reemplazante Juan Pablo Schiavi, ambos bajo la órbita del Ministerio de Planificación conducido entre 2003 y 2015 por Julio de Vido.

Roggio fue otro que logró “la sortija” que premia los “arrepentimientos”. Fue el mismo fiscal Stornelli quien, para lograr la declaración de los empresarios, ofreciéndoles libertad a cambio de confesar el pago a exfuncionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, lanzó la frase: “no hay sortijas para todos”.

Todo esto viene a demostrar la parcialidad del Poder Judicial, donde los que recibieron coimas están detenidos, pero los grandes empresarios que las pagaron salen en libertad.

Y si de empresarios del transporte hablamos, ¿no sería otro gallo el que cantaría si el pueblo trabajador -la gran mayoría de esta Argentina- mediante la apertura de los libros de contabilidad de esas empresas, pudiera saber qué hicieron con la plata de los subsidios, tanto durante los años kirchneristas como en este casi trieño macrista?

El que se arrepiente gana en todos los terrenos
El nuevo arrepentido Roggio no solo por estas horas goza de libertad, sino que ahora el Gobierno de la Ciudad está avanzando en el proceso de licitación de la nueva concesión del subte y Metrovías es una de las tres empresas que quedaron como oferentes (y la que más posibilidad tendría de ganar).

Las otras dos empresas son francesas: RATP Dev Argentina S.A. y Keolis S.A./Helport S.A.

La nueva licitación se extiende hasta el 2031. Trece años más para tener el manejo de una red de subterráneos con escasos coches para la cantidad de pasajeros diarios, con el consecuente hacinamiento en el viaje, sin contar las condiciones laborales en las que tienen que realizar sus tareas los trabajadores, que ya sufrieron seis muertes en siete años.

Muertes de las que son responsables Metrovías y el Gobierno de la Ciudad.

Mientras esto pasaba, la empresa del ahora “arrepentido” Roggio recibía millonarios subsidios de la Casa Rosada.

Esta nueva licitación, que habilita a Metrovías a seguir en carrera para hacerse del control del subte, se enmarca en la política que planteó la semana pasada el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, cuando les dijo a los empresarios de la obra pública y a los bancos que los financian que las obras continuarán.

Se llama Estado capitalista, de grandes empresarios, corruptos y coimeros. (LID)