Bessie Coleman: un símbolo de todas las opresiones

Elizabeth “Bessie” Coleman nació un 26 de enero de 1892 en Atlanta, Texas (EE.UU.) como la décima de los trece hijos de los granjeros George y Susan Coleman. Desde el principio su origen combinó la estigmatización por su color de piel, que la segregaba del resto de la población (“blanca”) y la marginación de clase, que le imponía la explotación de su fuerza de trabajo en beneficios de otras personas. Es así que, al ingresar por primera vez a la escuela lo tuvo que hacer en un establecimiento para alumnos afroamericanos de una sola habitación y a la cual le hacían falta tizas y otros insumos básicos, mientras sus estudios se veían afectados además por la necesidad de ayudar a su familia en las tareas hogareñas y en los trabajos durante la cosecha de algodón.
Al terminar, se inscribió en la Universidad en la cual sólo pudo completar un curso y debió abandonarla por la falta de dinero. En 1915, cuando tenía veintitrés años, Coleman se mudó con sus hermanos a Chicago y fue allí donde descubrió su pasión por volar. Debió de realizar distintos trabajos escasamente remunerados para sobrevivir y tratar de ahorrar lo suficiente para pagarse los estudios de aviación que tanto anhelaba. En este caso su condición de mujer y afroamericana parecieron motivos válidos para la que ninguna escuelas de vuelo de Estados Unidos decidiera aceptarle su solicitud de inscripción. Su única opción sería probar suerte en el extranjero como le recomendaron.

En 1920, con la ayuda de algunas amistades pudo pagarse el viaje a Francia y logró anotarse en la Fédération Aéronautique Internationale donde haría historia al concluir su carrera el 15 de junio de 1921 y recibirse con la licencia internacional de aviación. Según PBS’ American Experience “A Coleman le tomó siete meses para aprender a volar. Ella fue la única estudiante de raza negra en su clase”. Continuó perfeccionándose y se destacó en la aviación civil de exhibición obteniendo el apodo de "Queen Bess" por la gran habilidad de sus maniobras y acrobacias de alto riesgo. “Ella era una mujer moderna en un mundo no tan moderno. Por los estándares de la época, ella tenía que estar casada, en su hogar cuidando hijos y en la cocina” según se puede leer en el sitio BessieColeman.org.

Otro hito en su vida fue el ofrecimiento de un papel marginal en un largometraje titulado “Shadow and Sunshine”. Según Doris Rich: "la decisión de Bessie de abandonar el rodaje fue claramente una cuestión de principios. Aunque era oportunista en lo que respecta a su carrera, nunca fue oportunista en lo que respecta a su raza. No tenía la intención de perpetuar la imagen despectiva que la mayoría de los blancos tenían de los afroamericanos" (Queen Bess: Daredevil Aviator; 1993).

Tras haberse comprado su primer avión, decide viajar a Jacksonville para prepararse para un vuelo de exhibición. Según recogen algunos testimonios de sus biografías, amigos y familiares le habían recomendado no volar en ella debido a que consideraban que ésta no tenía el suficiente mantenimiento, pero era a lo que Bessie podía aspirar con los magros ahorros de que disponía. Es así que el 30 de abril de 1926 en Jacksonville, Florida fallece junto su mecánico y agente publicitario, William Willis en un accidente aéreo. En su funeral se estima que asistió un aproximado de 10.000 personas.

En 1995, fue homenajeada con su imagen en un sello postal en los Estados Unidos mientras que en 2008 debutó Barnstormer, un musical basado en su vida.
Recordar su historia da otra muestra de cómo el potencial humano no está sujeto a ninguna distinción por raza ni género y actualiza la lucha para que todos los sectores oprimidos luchen por su emancipación de las imposiciones que el capitalismo se encarga en establecer y reproducir y que nos impide desarrollar una vida plena según nuestros intereses.